El párroco no les niega el perdón «pero tienen la dignidad arrastrada del todo por los suelos»

El párroco de Hospital de Órbigo, Manuel González, reconoció ayer a este periódico que el perdón de un cristiano «no se le puede negar a nadie» pero hizo votos para que «sobre todo los chavales» orienten su vida de otra forma: «Lo que me gustaría es que recobren la dignidad, que ahora mismo la tienen totalmente arrastrada por los suelos, si es que alguna vez han sabido lo que es eso».

La víctima de la estafa lamentó la repercusión que puede tener el caso «porque se pueden sacar falsas conclusiones. Yo simplemente me hice eco de una petición de auxilio y ellos actuaron con tal dramatismo que cualquiera les hubiera creído».

El párroco reconoció que no le ha llegado de momento la sentencia «aunque tenía conocimiento de ella» y lamentó las complicaciones legales que puede acarrear el caso: «No sé si vamos a poder recuperar el dinero o no, eso lo tendría que consultar con especialistas».

El sacerdote lamenta lo ocurrido: «Siempre que tuve dudas, me salían al paso porque hubo momentos en los que sospeché. Pero me presentaron a un médico falso, me hablaban de una monja que se estaba muriendo... Es de una crueldad tremenda lo que ha hecho esta gente. No tengo la sensación de que me hayan engañado, porque es que de la manera que lo montaron habrían engañado a cualquiera. Pero sí que me gustaría que no se sacaran conclusiones erróneas».

Las personas y entidades que se han visto perjudicadas por este asunto reclaman la indemnización correspondiente, a excepción de diez familias con las que el cura ya ha cumplido su compromiso de devolver el dinero o ha asumido la obligación de hacerlo, motivo por el que el sacerdote deberá ser indemnizado en 64.000 euros. El varón condenado por los hechos mencionados ha solicitado la suspensión de la pena, aunque no se resolverá hasta que no sea requerido para el pago del importe de la responsabilidad civil subsidiaria, que en el caso del joven asciende a 45.000 euros.