Óscar López secretario de organización del psoe y portavoz en las Cortes de Castilla y León
«La mejor alternativa del PSOE es Rubalcaba»
«Créanme que vengo a responder a todas sus preguntas y a decir la verdad». Con esa declaración de intenciones, Óscar López (Madrid, 1973) no rehúsa ni uno sólo de los debates y de las polémicas en las que está sumido el PSOE, desde que perdiera el poder en las municipales y autonómicas, primero, y en las generales, después. El secretario de Organización tiene claro que para esta travesía del desierto que vive su partido el mejor es Rubalcaba, en el que cree «a pies juntillas» por su «experiencia, rigor y capacidad de trabajo».
—Pablo Lago. Empecemos por lo más cercano. Elecciones en Galicia, País Vasco... ¿En qué situación ha quedado el PSOE?
—Óscar López. Ya en la noche electoral reconocimos que era un mal resultado, pese a aquello de que en la noche electoral todos ganan. En Euskadi, Bildu ha entrado con mucha fuerza. Nosotros estamos orgullosos de la gestión que se ha hecho en Euskadi en lo político, en lo económico y en lo social y eso no lo va a cambiar un escaño más o menos. En el caso de Galicia es verdad que había una contestación a las políticas de la derecha. Es verdad que las encuestas señalaban que había una mayoría que quería cambio, pero no se produjo por varios motivos. Una de ellas es que encontró una fórmula en Beiras, a pesar de que no hizo ni una sola propuesta, que pasó de 0 a 9 diputados, y seguramente no vio un gobierno alternativo. Eso seguramente desmovilizó a muchos progresistas que vieron que el gobierno alternativo podía ser un bipartito o un tripartito. Dicho esto, el Partido Socialista en Galicia ha tenido 18 escaños. En el año 2001 tuvo 17 y tres años después ganó las elecciones generales.
—Felipe Ramos. Reconocieron la derrota, pero parece que en estos diez días esa derrota se ha ido diluyendo buscando excusas fuera. ¿No cree que tiene que ver con que los ciudadanos no les ven como alternativa?
—Óscar López. Hemos hecho autocrítica porque hemos reconocido los errores. Uno: no fuimos capaces de combatir la crisis y eso nos costó cuatro millones y medio de votos. Dos: dijimos que era de izquierdas bajar los impuestos y fue un error porque el Estado del Bienestar hay que financiarlo. Tres: hubo errores puntuales como la rebaja de 400 euros en el IRPF. Pero también le digo que este partido necesita que hablen bien de él porque el PSOE ha hecho cosas muy buenas en el Gobierno. Con Mariano Rajoy se está viendo que lo que iba mal, como la economía y el empleo, ha ido a peor y lo que iba bien y lo mantuvo el Gobierno socialista, con José Luis Rodríguez Zapatero, como la Sanidad, la Educación, la Dependencia... está quedando hecho unos zorros. Estoy haciendo autocrítica. Estamos en ello y no es fácil. No es una excusa, es una realidad. No es fácil porque en primer lugar, cada vez que hacemos una propuesta nos dicen: ¿Y por qué no lo hicieron hace ocho meses que gobernaban? La segunda es que lamentablemente el Partido Socialista está muy asociado a la crisis y en el debate sobre la crisis el PSOE sufre. Y tercera, hay una situación de depresión colectiva y de desencanto hacia la política y hacia la solución de los problemas, que paga sobre todo la izquierda y sobre todo el PSOE. El electorado de izquierdas es mucho más exigente o autocrítico, penaliza más los errores.
—P.L. Se está poniendo victimista y no le pega.
—Óscar López. No me pongo victimista, digo lo que pienso. Estamos en un caso desconocido hasta ahora porque hay gente que empieza a pensar que ni siquiera la política es capaz de resolver la crisis porque hay otros poderes por encima, los mercados, las multinacionales que manejan cantidades de recursos. Yo creo que sí, que la política es capaz de resolver. Y eso lo está pagando el PSOE más que los demás.
—Ana Gaitero. Ha dicho que la gente no confía que los políticos puedan sacarnos de la crisis porque creen que hay poderes muy por encima de la política. ¿No es cierto esto?
—Óscar López. Es cierto, pero sobre todo... Vamos a ver, no, no es cierto. Es que ha habido unas políticas que han permitido que eso ocurra. Tendría que haber habido otras políticas. Yo sostengo que la política sí puede resolver. Lo que tiene que hacer es regular los mercados.
—Rafael Blanco. Patxi López ha dicho que «este viejo partido se nos está haciendo un partido viejo». ¿No cree que a la vista de los resultados electorales en Galicia, en el País Vasco y del previsible fracaso en Cataluña, no es el momento de que se produzca una catarsis en el partido, de plantearse el proyecto político, el ideario, la organización política e incluso el liderazgo?
—Óscar López. El Partido Socialista, como todos, tiene que renovarse cada equis tiempo. Tiene que afrontar un proceso de modernización y de fortalecimiento. Y ahora es uno de esos momentos. Es evidente que hemos acabado un ciclo político: empezó con José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2004, un ciclo que nos llevó a lo más alto de la historia, gobernando en casi todas las comunidades autónomas y que ha acabado en un ciclo lamentablemente, con la pérdida de capitales que no habíamos perdido nunca, comunidades y el Gobierno de España con 110 diputados. Hay que arrancar un ciclo nuevo y eso pasa por fortalecer el partido. En diez o doce días vamos a presentar un plan ambicioso de fortalecimiento y modernización del Partido Socialista. Lo voy a hacer. Lo va a hacer esta dirección. He dicho antes que hay desesperación en la gente y que la gente quiere respuestas. Utiliza usted catarsis. Yo lo que digo es darle la vuelta a todo y no solo al partido.
—F.R. ¿No cree que falla la base, que la gente ve las mismas caras que les llevaron a la derrota? Al frente está Rubalcaba, que si el PSOE está marcado por la crisis, él mucho más.
—Óscar López. Con la mano en el corazón creo que es un reduccionismo el debate de las personas. Creo a pies juntillas que para hacer un proceso de reforma ambicioso, con rigor, coherencia, sabiduría real de lo que hay en el país prefiero una persona de experiencia, de rigor y de la capacidad de trabajo de Alfredo Pérez Rubalcaba. Creo que es la mejor persona para hacer un proceso así. Puede que a usted le parezca una contradicción pero yo lo creo así y mucha gente me dice lo mismo. Para hacer un proceso de ese calado ideológico, de renovación del funcionamiento y la estructura de este país, mejor alguien que tenga la experiencia y el conocimiento de Alfredo. Muchas veces la política se aleja también porque se ven perfiles demagogos y populistas. Si en política se quiere formación, valía, capacidad, trabajo, honestidad: Alfredo Pérez Rubalcaba, todo eso lo tiene. Y se lo dice alguien que trabaja muchas horas a su lado.
—A.G. Sin poner en duda las cualidades que ha mencionado de Rubalcaba, parece que a la gente no le llega. Lo que está quedando es que, después de 30 años de victoria de 1982, la más amplia de la democracia, el PSOE sigue tutelado por Felipe González.
—Óscar López. No, no, no... yo esa última parte no la creo. Usted sabe que hemos ido a un congreso que, por cierto, se ha ganado por los pelos, por siete votos, en el que Felipe no votaba. Y ha salido lo que ha decidido el partido mayoritariamente. Yo creo que en este partido tenemos que acostumbrarnos a que la democracia también implica respetar los resultados. Un proceso congresual en el PSOE lleva meses, no dura una semana. Se ha votado con toda normalidad y hay una dirección que funciona con toda normalidad.
—P.L. Cuando dice que Rubalcaba es la persona ideal, interpreto que están asumiendo que es la persona ideal para hacer la travesía del desierto, para hacer el proceso crematorio, para quemarse voluntariamente.
—Óscar López. Yo creo que más que interpretar usted estaría encantado de poder titular que está en un proceso crematorio porque es un titular maravilloso.
—P.L. Me encantaría que fuera sincero.
—Óscar López. Creánme que estoy procurando ser sincero. No me oirán decir una mentira. Si no quiero contestar algo, no lo diré. Pero es que yo soy parte activa. Yo voté a Rubalcaba porque sabía que íbamos a un momento complicado y lo voté porque quería capacidad, quería experiencia. Todo eso lo garantiza Pérez Rubalcaba. Para un proceso, ojo, muy complicado, pero, no sólo en el partido, en la sociedad.
—P.L. ¿En algún momento a Rubalcaba tras de los resultados en Galicia y Euskadi se le ha planteado, no digo dimitir, pero sí provocar un nuevo proceso?
—Óscar López. No.
—P.L. ¿Jamás?
—Óscar López. No.
—P.L. ¿No ha existido ninguna duda?
—Óscar López. No.
—P.L. ¿Y no lo considera peligroso?
—Óscar López. ¿Usted me quiere permitir que haga un equilibrio entre la autocrítica a lo que es un mal resultado? Está cuestionando a un partido socialista entero por un resultado en Galicia y en Euskadi. Reconozco que no es un resultado bueno, pero eran Galicia y Euskadi. El PSOE en Galicia ha gobernado una vez, pactando con el BNG...
—P.L. ¿Me quiere usted decir que si al PP no le sale bien en Galicia, el PSOE no iba a decir que eso era el cataclismo de Rajoy?
—Óscar López. Que dimitiera Rajoy, no. Sería un poco exagerado.
—F.R. Seguro que el PP está más tranquilo que el PSOE.
—Óscar López. Yo creo que hoy nadie puede estar tranquilo.
—F. R. Y yo que lo que ustedes no son capaces de reconocer es que no es sólo Galicia y el País Vasco. Las encuestas dicen que el PP pierde, pero ustedes no recortan distancia. ¿Realmente la alternativa del PSOE pasa por Rubalcaba?
—Óscar López. A ver, necesito un boli porque se me va a olvidar algo. En relación con la primera, estoy procurando hablar poco del PP porque he venido a hablar del PSOE. Dos: El primer interesado en que PP y PSOE sean vasos comunicantes soy yo y que tantos votos que pierda el PP los gane el PSOE. Ojalá lo consiguiéramos. Tres: estoy haciendo autocrítica, digo que hay dificultades y le estoy diciendo que el PSOE hoy no opera así. Quien pensara que después de perder cuatro millones de votos iba a salir de la oposición estaba muy equivocado. Hace falta un poco de tiempo, reconocer errores y dar alternativas.
—P.L. Entonces, ¿pase lo que pase en Cataluña, Rubalcaba va a seguir?
—Óscar López. La gente en la calle quiere oír cómo vamos a salir de la crisis, qué modelo territorial quiere nuestro país, cómo evitar un desahucio o cómo tener una reforma laboral que no fomente el despido. Eso es lo que la gente quiere y esta vez no es una más. Para ese trabajo de fondo, de contar con mucha gente, de dar una vuelta a cosas que no le hemos dado la vuelta en 30 años, de dar una alternativa, el mejor es Alfedo Pérez Rubalcaba. Si la pregunta es quién va a ser el candidato...
—P.L. Yo no he llegado a eso.
—Óscar López. Pero al final es la misma. Sabe usted que en primer lugar, depende de él y en segundo lugar que lo haremos cuando toque.
—P.L. O sea que Alfredo Pérez Rubalcaba es el ideal para hacer la transformación...
—Óscar López. O a lo mejor también para ser el candidato, ya lo veremos. Ahora tenemos que fortalecer el partido, estar en la calle, dar respuestas a la crisis y al modelo territorial. Y para eso Alfredo es una persona muy capacitada.
—P.L. ¿Cuándo se va a decidir quién es el candidato? ¿Sí habrá primarias, no?
—Óscar López. Por supuesto. Son de estas leyendas que no conseguimos desmontar.
—P.L. Lo dice su compañera Chacón.
—Óscar López. Hay titulares que son ridículos. Chacón no dice si hay o no hay. Las normas son lo que son. Por supuesto que hay primarias.
—A.G. ¿Todo ese cambio en el partido implica también un giro a la izquierda del PSOE? ¿En qué se traduce en su programa?
—Óscar López. A mí esas etiquetas no me gustan. Me parecen muy simplistas.
—A.G. ¿No le gusta la palabra izquierda en política?
—Óscar López. La palabra izquierda me encanta. Es más lo que me aterra es que la gente piense que no hay diferencia entre la derecha y la izquierda. Le voy a dar un ejemplo que le comenté al presidente Herrera en las Cortes: esta semana hemos presentado una proposición de ley para evitar los desahucios y he conocido que un procudador del PP de Valladolid ha actuado como abogado de Bankia para desahuciar a una señora. Esa es la diferencia entre la derecha y la izquierda. Vaya si las hay.
—P.L. ¿Quién es el diputado?
—Óscar López. Raúl de la Hoz.
—A.G. Lo que quiero es que usted se defina y los lectores le entiendan.
—Óscar López. Reconozco que es muy injusto que alguien como Zapatero, que ha sido un presidente muy de izquierdas, ponga usted rojo, sobre todo en lo civil, en lo social, en los derechos. Que alguien como él que ha revolucionado el estado del bienestar, que ha subido el salario mínimo, que puso en marcha la Ley de la Dependencia, se le pueda juzgar porque un año congeló las pensiones, ojo, no las mínimas, es muy injusto. Jamás Zapatero recortó en Sanidad, jamás recortó en Educación ni en Dependencia y esa es la diferencia y tarde o temprano la gente se dará cuenta.
—P.L. Cada semana indica que estamos a las puertas de un rescate. ¿Qué papel va a tomar el PSOE?
—Óscar López. Nosotros desde el primer día hemos apelado al diálogo y el PP no ha querido hacer ni un solo acuerdo. Creo que Rajoy ha cometido un gravísimo error. Este gobierno ha batido el récord de decretos, legisla por decreto, no posibilita enmiendas. Lamentablemente, Rajoy ha seguido actuando en el Gobierno como si estuviera en la oposición, buscando responsables en lugar de buscar soluciones. Y ahora viene el segundo rescate, porque ya ha habido un primero en el que Rajoy nos metió una mentira histórica porque dijo que no había condicionalidad. Vaya si las había y las están pagando las personas que más están sufriendo. Ahora estamos debatiendo el segundo rescate y le estamos diciendo que lo evite, que se puede, pero no sólo no lo hace sino que lo está negociando en la sombra y nos está vacunando diciendo que va a ser ‘light’ y que no va a ver condiciones adicionales. No sé qué condiciones va a haber, pero va a haber una vigilancia estricta de la Troika y cuando vea que España se desvía dos puntos va a hacer unos ajustes de caballo.
—F.R. Pero si llegara el momento de ese rescate, ¿el PSOE qué haría?
—Óscar López. El PSOE está en contra de ese rescate. Es más, hemos hecho propuestas para evitarlo y no se nos ha escuchado.
—P.L. Metiéndonos en los temas territoriales, ¿se atreve a decirnos cuál no sería un mal resultado para el PSOE en Cataluña?
—Óscar López. ¡Ah! Pensé que me iba a hablar del modelo territorial. Todo el mundo compite para ganar y es verdad que compite en una situación muy complicada. Es verdad que el PSC compite en una situación muy complicada. Mas ha conseguido ocultar todos sus recortes y todos sus fracasos teniendo la legislatura más corta que se conoce en España hacia una aspiración un poco hipócrita. Le está diciendo a la gente que quiere que voten para que luego voten. A mí me parece una estafa. Hable de frente y diga para qué quiere ser presidente de Cataluña y si lo que plantea es la independencia dígalo abiertamente y no estafe a la gente.
—R.B. De alguna manera esa ambigüedad es también la misma en la que se mueve el PSC.
—Óscar López. Nada que ver. Por favor, por favor, yo mismo he escuchado a Pere Navarro en el hotel Palace de Madrid afirmar rotundamente: «Quiero una Cataluña dentro de España y estoy en contra de la independencia. De celebrarse un referéndum en Cataluña votaría que no».
—F.R. Pero en su programa electoral incluye que los catalanes tengan derecho a decidir.
—Óscar López. Lo que incluye en su programa es muy diferente a lo que dice el señor Mas. Y parto de la base de que el PSOE no está de acuerdo con esa propuesta. El señor Mas ha dicho que hará un referéndum si o sí. Sea legal o no. Se sitúa fuera de la legalidad. El PSC plantea una reforma constitucional, para la que hace falta que haya un consenso de partidos y para que, después de la reforma constitucional, hace falta que voten todos los españoles, que posibilite que pueda haber un referéndum en Cataluña. No es lo mismo y tampoco lo defiendo. Algunos pensamos que sobre el futuro de España decidimos todos los españoles.
—P.L. ¿Cree que Artur Mas es un convencido de esto o que todo obedece a una estrategia momentánea por el tema de la financiación?
—Óscar López. Yo creo que Mas está haciendo el colmo de la hipocresía, dice cosas a medias y ha hecho un argumentario en su partido para prohibir la palabra independencia pero seguramente en León lo que le suena a usted es lo contrario. Un señor que es presidente y quiere ser presidente de Cataluña tiene que decir para qué..
—P.L. Sobre todo a sus empresarios?
—Óscar López. A todo el mundo.
—P.L. ¿Pero especialmente a sus empresarios catalanes?
—Óscar López. A todo el mundo. Pero para que quede claro, el PSC no es independentista, nunca lo fue.
—P.L. ¿Aunque en tiempos de Montilla lo pareciera?
—Óscar López. Pero nunca planteó la independencia de Cataluña, ni lo hará. El PSOE no es independentista. Todos los socialistas queremos una Cataluña dentro de España, todos sin excepción.
—F.R. Con todo este galimatías y jaula de grillos, ¿no cree que es necesario plantearse ya el actual Estado de las Autonomías?
—Óscar López. Claro.
—F.R. Pero, ¿en qué medida se lo quiere replantear usted. Estamos hablando de recentralizar, como quieren algunos, de descentralizar más, de independizarse? ¿Cómo?
—Óscar López. En primer lugar, sobre el galimatías, a ver si el PSOE va a tener la culpa cuando gobierna y cuando no. Y le digo por qué. Lo que ha ocurrido en Cataluña no se ha gestado en una semana. Se estaba produciendo un movimiento social y político que la derecha española no ha querido ver, ni hablar de ello. ¿Sabe por qué? Porque estaban gobernando con Mas y porque Mas estaba votando con Rajoy en Madrid. Es verdad que ahora llega la campaña y conviene, porque uno se envuelve en su bandera y tapa los recortes y los fracasos que han tenido CiU y el PP. Por tanto, le viene bien ese choque a la derecha española y a la catalana, a CiU y al PP. La segunda parte…
—F.R. Insisto. ¿Qué plantea usted y su partido para el Estado de las Autonomías?
—Óscar López. Requiere un planteamiento de fondo, de todo en España. Y ahora le digo las condiciones. Uno, reconociendo el consenso constitucional y respetando que nunca se debe quebrar. Por tanto, ¿se puede reformar la Constitución? Se puede, en otros países se ha hecho y no ha pasado nada. Es más, el PSOE siempre lleva en su programa una reforma de la Constitución, aunque sólo sea para hacer que el Senado tenga una utilidad de verdad, territorial. Pero esa reforma tiene que ser con el mismo consenso que hubo en origen, reconociendo que la Constitución es buena y ha sido buena, para ir a un reconocimiento de que la España autonómica es buena, pero que ha llegado el momento de revisarla, para evitar duplicidades, hacia un modelo que federalice nuestro sistema, que es bueno. Alemania o Estados Unidos son federales y funcionan muy bien, pero eso sí respetando el consenso constitucional y la Constitución para avanzar hacia un modelo más federal. ¿Se puede hacer esa reforma? Se debe hacer.
—F.R. ¿Convendrá que eso hoy por hoy es imposible? Lo que usted plantea es diametralmente distinto al planteamiento del PP y sin el consenso de los dos grandes partidos, la reforma es imposible. ¿No se está en un callejón sin salida?
—Óscar López. No. Ya lo era en la Transición y se consiguió. Yo creo que sí se puede hacer una segunda descentralización ahora, pero en positivo, hacia adelante. El camino no es recentralizar competencias a Madrid. Hoy las Comunidades Autónomas, todas, tienen mejor Sanidad, mejor Educación y eso ha sido gracias al modelo autonómico. Ahora, lo que le digo es que ha llegado el momento de hacer la segunda Transición, pero en positivo, para seguir hacia adelante, no para hacerlo hacia atrás, no para rebobinar, para recentralizar, sino para definir un modelo estable de Comunidades Autónomas, donde podemos redefinir para clarificar competencias y evitar duplicidades.
—A.G. ¿Ese modelo federal implica lo que pide Cataluña, desde diversos ámbitos, recibir en función de lo que contribuyen sus contribuyentes?
—Óscar López. El sistema de financiación español se debate cada cinco años. Cataluña comenzó pidiendo el 15% del IRFP, aún recuerdo la que le montaron a Felipe González, y después llegó Aznar y fue el 30% y después fue otra cosa. Lo que le digo es que quien piense que vamos a acabar por cerrar un modelo de financiación autonómica se equivoca, porque cada cinco años se va a volver a debatir, como se hace en otros países como Alemania. Ahora, ¿creo yo que el modelo de la financiación autonómica debe incluir el principio de la solidaridad y de la redistribución? Sí.
—P.L. Vamos a cambiar al plano autonómico. Antes comentaba lo del rescate financiero. En su día estuvo muy activo e inició el protagonismo en esta Comunidad con el mapa financiero, que lideraron usted y Herrera para mantener el músculo, una Caja en la Comunidad. Después, y tiene narices, los únicos que ejercieron la responsabilidad autonómica fueron precisamente los leoneses y los de Salamanca. Vuelve usted a adquirir bastante protagonismo porque con quien hay que resolver la fusión es con Unicaja, una caja andaluza, Comunidad donde gobiernan. ¿No sé si están ejerciendo algún papel o no?
—Óscar López. Pero es que el modelo de Cajas ha cambiado en este país. Se han despolitizado.
—P.L. Sí se han despolitizado con políticos, porque siguen estando todos en los consejos.
—Óscar López. Se ha cambiado. Otra cosa es que quede gentes. ¿Rato era político? Lo que digo es que no sé si una Caja hoy responde a la orden política de un partido.
—P.L. El consejo de Unicaja hoy está formado y emana de los órganos políticos, como la de Castilla y León.
—Óscar López. ¿Quiere decir eso que nos desentendamos? No. El proceso de Cajas en Castilla y León nos quedó regular, pero creo en Caja España y Caja Duero y creo que tiene excelentes gestores al frente. Y estoy absolutamente convencido que Caja España-Duero y Unicaja van a actuar con criterios profesionales. Desde luego, lo que yo pueda hacer, poco o mucho, para que Caja España-Duero tenga un futuro sólido en la Comunidad, lo haré. Es bueno que se pueda cerrar esa operación. Es más creo que quedaría una Caja potente, de nivel medio, medio-alto.
—R.B. En el último pleno el presidente Herrera lo retó a que presentara unos presupuestos alternativos. ¿Qué se puede hacer de distinto en la situación económica actual?
—Óscar López. Muchas cosas y muy concretas. El PSOE tiene una alternativa fiscal, que presenté hace un año en la sede de UGT. Una alternativa fiscal, completa, que permitía ingresar mucho más dinero a esta Comunidad. Donde se incluía subir los tramos altos del IRPF, tasas a la energía nuclear, rebajar ciertas exenciones fiscales. Le dije a Herrera en muchos debates en las Cortes que tenía que aprovechar las conferencias de presidentes para corregir una injusticia muy grande que se ha producido y es que el Gobierno de España ha conseguido que se le revise el objetivo de déficit en un punto. Eso es mucho dinero y no le ha dado nada a las Comunidades Autónomas, que son las que pagan la Sanidad, la Educación. No me hizo caso. Afortunadamente, Griñán lo planteó en la última conferencia y se va a revisar el reparto del objetivo de déficit. Eso supone tener 400 o 500 millones más para la Sanidad y la Educación al año.
—P.L. Lo que pasa es que hace 20 días el secretario autonómico de su partido llegó a un acuerdo con el Gobierno, con el PP, de lo que parecía un acuerdo presupuestario. Lo tiene usted muy difícil para explicar, ahora, en todo lo que está fallando la Junta cuando su secretario autonómico, luego le preguntaré cómo se lleva a bicefalia, le da lo que parece un cheque en blanco.
—Óscar López. Le voy a dar un argumento demoledor: los presupuestos de esta Comunidad son 9.000 millones de euros; el acuerdo que ha cerrado el presidente de la Junta y el propio Villarrubia son 30 o 80 millones.
—P.L. ¿Usted estaba de acuerdo y estaba enterado?
—Óscar López. Yo creo que con carácter general los acuerdos son buenos. Tengo matices pero se los digo a Julio Villarrubia en persona, no se lo digo a través de un periódico.
—F.R. O sea, no estaba de acuerdo.
—Óscar López. Los matices que tenga con el acuerdo se los digo a él en persona, no a través del periódico.
—F.R. Si tiene matices es que no estaba de acuerdo.
—Óscar López. Es que le acabo de responder.
—P.L. No como Julio Villarrubia que se lo dijo a usted a través de un periódico.
—Óscar López. Me a igual cómo actúen los demás. Yo tengo una forma de actuar y a veces en mi partido tengo diferencias totales o parciales y cuando las tengo lo digo donde lo tengo que decir y a quien se lo tengo que decir.
—A.G. ¿Y ya hablado con él?
—Óscar López. Sí, por supuesto.
—P.L. Vamos, ¿que la bicefalia no se lleva muy bien?
—Óscar López. No, pero si mi partido es una organización dinámica y pasan muchas cosas cada día. Usted en su periódico no está de acuerdo todos los días con la gente que trabaja. Tiene que discutir cosas y unas veces está más de acuerdo y otras menos. Un partido es igual. Yo lo que sé es que este partido tiene un funcionamiento, yo creo en la lealtad.
—P.L. ¿Le ha decepcionado Julio Villarrubia?
—Óscar López. No, por Dios. Hace muy pocos meses que fue su elección, seis o siete meses. Y sabe usted que yo defendí esa opción.
—A.G. Usted tiene un pie en Ferraz y otro en Valladolid. En realidad, ¿a qué aspira usted, qué es lo que quiere?
—Óscar López. Desde luego lo que no haré nunca es lo que ha hecho la señora Cospedal. Sabe usted que yo tomé una decisión, lo hablé con mucha gente y creo que he sido coherente. Puede haber mucha gente que no lo comparta, pero a mí la gente me votó para que ejerciera la oposición en Castilla y León y dije que lo iba a hacer y lo voy a hacer hasta el último momento. Es más no me gustan los políticos que pierden y salen corriendo. Yo perdí unas elecciones y hago lo que me han encargado, la oposición en las Cortes de Castilla y León hasta el último día. Es verdad que mis compañeros me dieron una tarea como secretario general durante cuatro años y después en un congreso federal me han elegido secretario de organización. Creía que era incompatible una tarea y otra. Se me podía criticar por ello y con razón. Decidí dejar eso y tengo dos tareas como suelen tener todos los cargos políticos, una orgánica de mi partido que está en Madrid y otra, la que me mandataron los ciudadanos, que está en las Cortes de Castilla y León.
—A.G. No me ha contestado a la segunda parte, ¿a qué aspira?
—Óscar López. Yo aspiro a lo mejor para mi partido y para los ciudadanos y cuando toque veremos qué es lo mejor.
—F.R. Esa demagogia queda muy bonita, pero…
—Óscar López. No, eso es una realidad, créanme.
—P.L. ¿Le gustaría volver a ser candidato en Castilla y León?
—Óscar López. Esa es una puerta que no está cerrada. Es una decisión que habrá que tomar cuando corresponda. Créame que cuando toque, como he hecho todo lo demás, hablaré con mucha gente y haré lo que crea que es lo mejor para mi partido y para una cosa que es lo que de verdad me mueve: que haya cambio político en esta Comunidad. Hay pocas cosas que me ilusionen más en política que ver un cambio un día en Castilla y León. Para entonces yo estaré donde corresponda, o en el cartel o pegando carteles de otro y lo haré con la misma ilusión.
—A.G. ¿A partir de ahora irá con el secretario general a las reuniones con Herrera?
—Óscar López. Yo voy siempre donde soy convocado.
—A.G. ¿No es un poco absurda esa situación?
—Óscar López. Es verdad que el PSOE de Castilla y León ha tenido varias etapas donde no ha coincidido el secretario general con el portavoz y eso genera alguna disfunción.
—F.R. ¿De verdad no cree que vuelven locos a los ciudadanos el que por un lado firmen con Herrera y al día siguiente en el Pleno usted le diga que todo lo hace mal?
—Óscar López. Es que el mismo ciudadano en la calle le va a pedir que dé caña y acuerdo. Yo lo vivo. Y puedo ir a las Cortes a denunciar el recorte en Sanidad y que se haya firmado un acuerdo para un plan de empleo. No es incompatible.
—F.R. Por seguir con las dicotomías, ¿también va a estar en la elección al candidato a la presidencia del Gobierno como un valor?
—Óscar López. Estaré como secretario de organización del PSOE.
—F.R. No, no. Le he preguntado si va a estar como un valor.
—Óscar López. Si se refiere usted a esto de los hipódromos, que gusta tanto, no estaré en ningún hipódromo. Soy el secretario de organización del PSOE y mi papel estará en garantizar un proceso de primarias.
—F.R. ¿Sin usted?
—A.G. ¿Vamos que no va a estar en unas primarias?
—Óscar López. Quieren ustedes una respuesta sencilla y directa, no.
—F.R. Esta provincia vive, todavía hoy, en gran medida del campo. Su partido aquí en León acaba de romper un acuerdo de 30 años con la segunda organización agraria de esta provincia. ¿No cree que el PP de León debería haber negociado más para evitar esa ruptura? ¿La comparte?
—Óscar López. Respaldo plenamente a la dirección de mi partido y creo que no es un problema de organizaciones sino de personas.
—F.R. ¿Está diciendo que el único responsable de la ruptura es Matías Llorente?
—Óscar López. Insisto, es el problema de una persona, no de una organización.
—A.G. Sí, pero si Matías Llorente consigue presentar candidaturas en las elecciones municipales le puede hacer bastante daño al PSOE. ¿Eso no le gustará?
—Óscar López. Tampoco es que el PSOE haya tenido los mejores resultados en el sur de León nunca. No era precisamente su mejor zona.
—A.G. No quiere decir que las vaya a presentar sólo en el sur de León.
—Óscar López. No lo sé. Lo puede hacer, está en su legítimo derecho y no tengo nada que añadir.
—P.L. Aquí también difiere con Villarrubia. Usted respalda firmemente a la dirección provincial y Villarrubia, no. ¿Será cuestión de sensibilidades?
—Óscar López. No. Ustedes me piden una reacción, luego no critiquen que reaccione. Yo he venido aquí a hablar de lo que ustedes quieran, es más si puede coincidir con lo que a la gente le interesa, mejor. Pero voy a responder a todo lo que ustedes me pregunten. Me están preguntado por un caso concreto y yo le digo: estamos hablando del portavoz de la Diputación, socialista ¿no? Estamos hablando de eso.
—P.L. Ex viceportavoz.
—Óscar López. Estamos hablando de la elección del portavoz en la Diputación. ¿Sabe lo que le digo? Que estoy encantado con quien es el portavoz. Me parece un alcalde de prestigio, de primera. El PSOE de León tomó una buena decisión. Es un excelente portavoz y una gran persona.
—F.R. Parece que descubrieron ustedes a Matías Llorente ayer.
—Óscar López. Yo no digo nada contra Matías Llorente. Yo digo que el PSOE de León toma la decisión de nombrar a un portavoz en la Diputación y nombra a una persona perfectamente capacitada, prestigiada y capaz. ¿Eso no le gusta a una persona? Qué le vamos a hacer.
—P.L. Hemos hablado de sus posibilidades cómo candidato. ¿Cómo las ve en el otro lado? Evidentemente, hay también un hipódromo ahí. ¿Cómo ve usted el otro partido?
—Óscar López. El hipódromo del PP está más poblado que el del PSOE. Tiene más líneas, más calles. Es verdad que Herrera ha dicho que no se va a volver a presentar y no tengo por qué dudar de la palabra del presidente. Y es verdad que se intuyen ciertos problemas internos en el PP, que no aflorarán o lo harán menos, porque están gobernando, pero que están ahí. Todos hemos visto que Herrera se ha tenido que emplear a fondo para la ordenación del territorio y hemos visto cómo hay personas en Ávila, en León, en Zamora…
—P.L. En Salamanca…
—Óscar López. En Salamanca… que tienen opiniones muy divergentes. Eso está ahí y yo no me quiero meter en casa de los demás, pero creo que el PP tiene que resolver la sucesión de Herrera. Y tengo la intuición de que no va a ser tan fácil. Seguro que no hacen unas primarias.
—Óscar López. Estas cosas quitan tiempo. Dicho esto, es un problema más en la relación de problemas de un gobierno que creo que es un desastre. Lo creo de verdad.
—P.L. ¿No salva nada?
—Óscar López. Sí, sí. Claro que lo salvo. Pero déjeme que le diga algo con la mano en el corazón. Creo que Herrera no es lo peor del PP. Desde luego lo prefiero antes que a Esperanza Aguirre, a Camps o a algunos otros. Es alguien que ha creído en esta Comunidad y que ha hecho muchas cosas por esta Comunidad y que el destino ha sido tan cruel que le ha dejado para el final la Legislatura del recorte y del sufrimiento. Para alguien que ha visto crecer esta Comunidad y crecer su presupuesto de 7.000 a 8.000 a 9.000 millones, hoy ve como decrece y eso se llama recortes. Ha llegado el destino y le ha tocado al señor Herrera, que tanto criticó a Zapatero y tan ingrato y desleal fue con Zapatero, al que Rajoy viene a meterle los mayores recortes de su vida y por fax.
—F.R. Habla de ingratud con Zapatero, al que ha defendido y mencionado en esta entrevista incluso por ser un presidente casi rojo.
—P.L. No, dijo rojo.
—F.R. ¿Se ha sido y se está siendo injusto e ingrato con Zapatero, incluso dentro de su partido?
—Óscar López. Yo creo que José Luis hizo un avance espectacular en materia de derechos y libertades. Amplió el estado del bienestar y, de verdad, que le cayó la crisis como le cayó a 27 gobiernos que perdieron elecciones en estos tres años últimos, 27 en el mundo. Él cometió errores y lo sabe, lo sabemos todos y los hemos reconocido, pero yo creo que el avance en la etapa de Zapatero es para estar muy orgulloso. El tiempo hace justicia y Zapatero ha sido un excelente presidente de este país. Y, a diferencia de lo que hizo Aznar que paralizó el estado del bienestar y lanzó una imagen horrible de país, José Luis lanzó fuera de España la igualdad entre el hombre y la mujer, la dependencia. Desde luego, con errores, yo estoy muy orgulloso de la etapa de Zapatero.
—A.G. ¿Tiene algo que agradecerle a Zapatero?
—Óscar López. Mucho. He compartido muchas cosas con él y las sigo compartiendo. He aprendido mucho con él y ha sido un orgullo trabajar con él y seguir haciéndolo, por cierto, porque está en la Fundación Ideas. Es un orgullo y un honor. Aprendo todos los días.
—A.G. Tal y como hablaba de Herrera, casi me daban ganas de llorar del pobrecito Herrera con todos los recortes.
—Óscar López. Yo de Herrera he dicho siempre que no me parece un político, sino un gestor. Me parece alguien que ha perdido una oportunidad extraordinaria para tener peso fuera de esta Comunidad y eso lo ha pagado la Comunidad. Perfectamente, Herrera podía dar un golpe encima de la mesa de Rajoy con el carbón, pero de verdad. Le digo más, cuando Rajoy lo pasó mal, Herrera fue clave para que Rajoy siguiera. Cuando Rajoy estaba cuestionado en el 2009 si no hubiera sido por el trío Herrera, Feijóo y Camps ya veríamos si seguía Rajoy. Rajoy le debe mucho a Herrera.
—P.L. ¿Ha sido ingrato Rajoy con Herrera?
—Óscar López. Absolutamente. Pero Herrera no ha hecho valer su fuerza. Y a mí en clave de partido me da igual, pero en clave de Comunidad es un desastre que Herrera no pegue un golpe encima de la mesa de vez en cuando. La diferencia entre Herrera y yo es que yo no he dicho presidente de la Comunidad.
—F.R. Evidentemente.
—Óscar López. Sí, pero lo digo para cuando se hace el debate interno sobre quién levanta la voz fuera de su partido. Ojalá hubiera tenido esta oportunidad. Cuando se es presidente de una Comunidad se tiene más fuerza para levantar la voz en Madrid. Todos conocemos historias de Bono y de Ibarra, presidentes que defendieron con pasión cosas en las que no estaban de acuerdo con su partido. No conozco una de Herrera. Es que desde que gobierna Rajoy ha ido dos veces a hacer el ridículo. Una dijo voy a pedir un nuevo modelo de financiación y volvió diciendo que le habían dicho que no y otra, voy a exigir el carbón y salió e hizo una rueda de prensa que parecía de Gila. ¿Lo ha planteado? Sí ¿Y qué le han dicho? Que no. Pues vale, adiós.
—P.L. ¿Cómo pretenden ser una alternativa en esta Comunidad si usted tiene un pie aquí y otro en Madrid? Y no sólo eso. Ahora hay una bicefalia y el secretario general también tiene un pie en Castilla y León y otro en Madrid. Han rizado ustedes el rizo.
—Óscar López. Reconozco que eso genera distensiones, pero es que la señora Cospedal tenía los dos en Madrid.
—P.L. Sí, pero estamos hablando de Castilla y León.
—Óscar López. Que sí, que genera distensiones y dificultades.
—F.R. Cospedal les ganó en Castilla-La Mancha.
—Óscar López. Exacto. Gracias por reforzarme el argumento. Una señora que tenía los dos pies fuera logró gobernar. Ahora, yo sí creo que en el futuro si es posible hay que hacer coincidir la portavocía de las Cortes, si no llegamos a gobernar que espero que sí, y la secretaría general.
—P.L. Y estar en Castilla y León.
—Óscar López. Si se está en la portavocía de las Cortes se está en Castilla y León.
—P.L. Usted no. Es el número tres de su partido y ya no es que no esté en Castilla y León es que tiene que estar en Madrid, Cataluña, Andalucía, en Cuenca…
—Óscar López. Estamos diciendo lo mismo. Lo que le digo es que yo tengo una tarea parlamentaria en Castilla y León y de partido en Madrid y Villarrubia está al revés. Lo que digo es que hay que hacer coincidir las dos.
—F.R. Gracias por reforzar el argumento. ¿Reconoce entonces que se equivocó a la hora de hacer esta bicefalia?
—Óscar López. No, porque le he dicho antes...
—F.R. Hombre, si ahora dice que hay que caminar hacia lo contrario.
—Óscar López. No, no. Ustedes me preguntan si genera distorsiones y digo que sí. La historia es como es, a mí me eligen secretario de organización y opté por quedarme en las Cortes. Podría haber optado a quedarme en la secretaría general, pero me pareció poco honesto. La señora Cospedal lo hizo.
—F.R.L. Tiene usted obcecación con Cospedal.
—Óscar López. No, no.
—P.L. Entonces decide usted elegir un candidato diputado en Madrid, para que esté el mayor tiempo posible en Madrid y se produzcan aquí los menos roces posibles.
—Óscar López. No sean ustedes tan malvados.
—P.L. No, no somos malvados. Constatamos una realidad.
—Óscar López. No. Hay una persona que quiere aspirar que es Julio Villarrubia y que logra una amplia mayoría. Pero es un mal común de los partidos que están en la oposición en las comunidades el que ocurra eso, porque nadie se prepara para perder. Le pasó a Villalba, a Quijano, a mí, ahora a Villarrubia. Nos ha pasado a todos, en todos los parlamentos de toda España. Es normal, no es de aquí.
—A.G. Muchos lectores se estarán preguntando ¿dónde vive?
—Óscar López. En Madrid. Desarrollo mucha actividad en Madrid, pero procuro, bueno es así, estar en Castilla y León dos o tres veces por semana, incluso cuando no hay pleno. Procuro pasar la mayor cantidad de tiempo posible aquí, pero la verdad es que la tarea de organización es muy intensa.
—P.L. El secretario provincial de aquí de León es una invención suya. Es una persona joven y tiene lo bueno y lo malo de ser joven. ¿Dónde cree que va a llegar Tino Rodríguez? ¿Cree que está pagando la inexperiencia de tener demasiados líos internos en poco tiempo? Hablo de Matías Llorente, pero también de la agrupación local de León, donde ya se está viendo un enfrentamiento importante.
—Óscar López. Tino Rodríguez no es ninguna creación mía. Este señor se ha presentado aquí y ha ganado. Esto es el PSOE de León, esto no es ninguna broma.
—P.L. No he dicho creación, he dicho invención.
—Óscar López. Esto es el PSOE de León. Con sus ventajas, con sus inconvenientes, con sus tradiciones, con muchas cosas. Es una organización fuerte, la más fuerte de Castilla y León y, también, la más compleja. Me imagino que ser su secretario general tiene que ser un orgullo, entre otras cosas lo fue Zapatero durante mucho tiempo. ¿Qué le veo yo a Tino? Creo que es una persona con capacidad, honesta, trabajadora. ¿Qué cometerá errores? Como todos. ¿Qué es joven? Eso tiene su parte buena y otra, como que le falta aprender cosas. Pero creo que es un excelente secretario general y que va a hacer un buen camino. ¿Cuál? Eso le corresponde a él.
—F.R. ¿No teme que la agrupación de León pueda pretender hacer un partido dentro del partido, en esas diferencias que tiene con la secretaría provincial?
—Óscar López. No, por favor. Yo creo que este es un partido serio. Esto son cosas pequeñas, de verdad. Ha habido un congreso de León, que se ha ganado con un 70% y queda mucho camino por hacer.
—P.L. Yo interpreto que Tino Rodríguez no ganó el congreso de León, sino que Óscar López le ganó el congreso a Zapatero en León.
—Óscar López. ¿Cómo?
—P.L. Que es Óscar López el que le gana a Zapatero.
—Óscar López. Pero, hombre si yo no me he presentado en León.
—P.L. No usted, no. Pero Tino Rodríguez, que sí se presenta, era su patrocinado, contra Francisco Álvarez, que era el patrocinado del ex presidente del Gobierno.
—Óscar López. No hombre, no. Ni Zapatero ni yo pintamos nada en el congreso de León. Ni mucho menos. No.