Rajoy y Aznar coordinan su mensaje sobre la reforma del Estado
La propuesta que lanzó José María Aznar el 25 de octubre de reformar desde la base el actual modelo territorial de España por considerarlo «insostenible» se interpretó como un mensaje en clave interna, una especie de aviso a Mariano Rajoy para que introdujera en su anunciada reforma de la administración pública una variable que permitiera menguar el poder de los gobiernos regionales en favor del Estado. Pero los tiempos en los que el presidente del Gobierno y su mentor discrepaban en público quedaron atrás.
A María Dolores de Cospedal le exacerba que se insinúe que existen distorsiones entre las opiniones de Rajoy y Aznar y se queja de la interpretación que hicieron los medios de comunicación de la referida intervención del presidente de Faes durante la entrega de un premio de su fundación a Mario Vargas Llosa.
«Coinciden de manera clara en la ratificación del actual modelo de convivencia de España que no prevé la recentralización de competencias», zanjó la número dos del PP.
Los ‘barones’ presionan
Un debate que, sin embargo, sí abren otros barones populares. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, ratificó la iniciativa que impulsó su antecesora, Esperanza Aguirre, para devolver al Gobierno central la gestión de educación, sanidad y justicia, sobre todo, de esta última. El presidente de Murcia, Luis Ramón Valcárcel, sin especificar ningún área, aseguró que si su región no pudiera hacer frente a alguna competencia «será devuelta al Estado»
La posición de Génova es otra. Javier Arenas, vicesecretario de política autonómica y local del PP, resalta las virtudes del estado autonómico pero reconoce que, tras 30 años de funcionamiento, el actual modelo necesita «correcciones» para que mantenga su vigor. Unos ajustes que, en ningún caso, pasan por quitar competencias. «Lo que vende centralismo es el federalismo que propone el PSOE», acota.
El Gobierno se ha fijado consensuar con el PSOE la reforma de la administración autonómica y local.