Santamaría reprocha al PSOE su falta de "coherencia" por apoyar ahora la huelga

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha reprochado este jueves al PSOE su falta de "coherencia" por apoyar ahora una huelga general convocada por los sindicatos contra las medidas del Ejecutivo y ha señalado que los socialistas tendrán que explicar a los ciudadanos "por qué su posición es ahora ésta y era diferente en otros momentos".

Ésta ha sido la respuesta de Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada cómo valora el Gobierno el hecho de que el principal partido de la oposición apoyará el paro general y que algunos de sus parlamentarios incluso secundaran la huelga.

Aunque ha dicho que al Gobierno no le corresponde "juzgar los motivos que puedan tener unos y otros para sumarse o no a la huelga", la portavoz del Ejecutivo ha querido "poner en valor" la coherencia del PP y de Mariano Rajoy, ya que, según ha afirmado, han mantenido siempre la misma posición contraria a las huelgas generales.

"Rajoy, que antes era líder de la oposición, opinaba lo mismo sobre las huelgas como líder de la oposición que como presidente del Gobierno, siempre en el ámbito del mayor respeto a los convocantes y a los que deciden secundar la huelga y manifestarse", ha destacado la 'número dos' del Ejecutivo.

Los ciudadanos "agradecen" la coherencia

En este sentido, Sáenz de Santamaría ha subrayado en que hay que "poner en valor ese ejercicio de coherencia", que, según ha dicho, "los ciudadanos también agradecen". "En este tema, debemos ser todos muy conscientes y mantener un discurso y una línea argumental coherente", ha añadido.

La vicepresidenta ha señalado que no iba a valorar si diputados del PSOE habían "decidido secundar" la huelga o "ir a una manifestación", puesto que como ciudadanos están en el ejercicio de una libertad prevista en la Constitución. Eso sí, ha apostillado: "Como políticos, ellos tendrán que explicar a los ciudadanos por qué su posición es ahora ésta y era diferente en otros momentos" .

Ante el hecho de que el mismo día que el PSOE apoyaba la huelga general se sentara con el Gobierno en una mesa de diálogo para hablar de desahucios, ha indicado que el Gobierno lleva días trabajando en este problema social y sería difícil de explicar a los ciudadanos que se "paraliza" porque hay una huelga general.

"¿Cómo se come que vayan a la huelga y se sienten con el Gobierno? --se ha preguntado--. Tampoco me corresponde decirlo, nosotros como Gobierno tenemos un problema encima de a mesa, que es dar un solución a los desahucios y tenemos que seguir trabajando". Dicho esto, ha agradecido tanto a los expertos del Ejecutivo y del PSOE el trabajo realizado esta semana en maratonianas reuniones así como la "presencia de los que estuvieron ayer".

"El Gobierno escucha a la calle"

Asimismo, la vicepresidenta del Gobierno ha afirmado rotunda que el Ejecutivo, "indudablemente, escucha a la calle", pero ha precisado que, de acuerdo con la responsabilidad que le dieron los ciudadanos en las urnas, también tiene que tomar las decisiones que considera "más adecuadas" para combatir la crisis.

"Desde luego que atendemos las opiniones de sindicatos, partidos y otros colectivos, pero tenemos que tomar las medidas, porque los ciudadanos nos han dado esa responsabilidad, que consideramos más adecuadas en un momento de crisis", ha dicho, tras recordar que Rajoy "se encontró" con un déficit público "muy elevado" y una deuda pública creciente.

Sáenz de Santamaría ha asegurado además que al Ejecutivo "no le corresponde hacer valoraciones subjetivas" sobre si la huelga general celebrada ayer en España fue un "fracaso o un éxito o como quiera interpretarse". "Al Gobierno lo que le corresponde es proteger los derechos de los que quieren ir a la huelga y de los que no quieren, de los que se quieran manifestar y de los que no", ha subrayado.

Al ser preguntada por qué razón la ministra de Empleo, Fátima Báñez, no salió a valorar el desarrollo de la huelga, la portavoz del Ejecutivo ha señalado que fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien compareció porque, además de que se encontraba en el Congreso, la huelga iba dirigida contra la política económica del Gobierno en su conjunto.