El sur de Europa se rebela contra la austeridad
Portugal encabeza las revueltas, secundada por Italia, Grecia y Francia.
Millones de trabajadores secundaron ayer las convocatorias de huelga y protestas realizadas en varios países de Europa de forma coordinada para protestar contra las medidas de austeridad, durante las que se han producido algunos enfrentamientos en las convocatorias de países como Italia.
Durante la jornada se cancelaron cientos de vuelos, se cerraron escuelas, se paralizaron fábricas y los trenes apenas circularon en Portugal, donde los sindicatos celebraron su primera huelga general coordinada simultáneamente con España, mientras que en Bélgica el servicio ferroviario internacional se interrumpió.
También se convocaron protestas en otros países como Grecia y Francia contra las medidas de austeridad, aunque las manifestaciones organizadas por la Confederación Europea de Sindicatos parece improbable que fuercen a los gobiernos bajo presión a cambiar sus políticas de ajuste.
En Roma se produjeron enfrentamientos entre antidisturbios y los manifestantes, que lanzaron piedras, botellas y petardos, unas protestas que se saldaron con 60 detenidos. Además, la Torre Inclinada de Pisa fue ocupada durante una hora y en ella se colgó una pancarta que decía ‘Levántate. Nosotros no estamos pagando por tu crisis’.
El mayor sindicato italiano, CGIL convocó un paro laboral de varias horas en todo el país, mientras que en Grecia, que la semana pasada celebró una huelga de dos días mientras el Parlamento votaba nuevos recortes, los principales sindicatos del sector público y privado convocaron a una paralización de tres horas.
En Francia, cinco sindicatos convocaron marchas en más de 100 ciudades, pero no llamaron a huelga, mientras que en Portugal, donde sí se había convocado huelga general, las calles estuviero más tranquilas que en Italia hasta bein entreada la noche, cuando se produjeron enfrentamientos frente al Parlamento en Lisboa.
La convocatoria del 14 de noviembre se trata del mayor desafío que plantean los trabajadores europeos contra las medidas de austeridad, que han agravado la recesión y el desempleo en los casi tres años transcurridos desde el inicio de la crisis de deuda de la zona euro. Sólo Alemania y el norte se ha salvado.