El Bierzo sólo para a medias
Los sindicatos, satisfechos por el seguimiento en la industria y en el centro comercial. La patronal rebaja a menos del cinco por ciento la incidencia del paro.
Éxito o rotundo fracaso. Las dos visiones de la huelga general, la de los sindicatos y la de la patronal, chocaron ayer en el Bierzo. Si los convocantes del paro estimaron que entre el 75 y el 80 por ciento de los trabajadores secundaron ayer el paro y se mostraron satisfechos con el seguimiento en las últimas industrias que quedan abiertas en la comarca —en Roldán, en LM solo trabajó el personal administrativo y las factorías permanecieron sin producción, y en Endesa lo secundó el 41 por ciento, según fuentes de la empresa, entre quejas de los sindicatos por los elevados servicios mínimos— la patronal dejó por debajo del cinco por ciento la cifra general del seguimiento y calificó la protesta de «rotundo fracaso».
La Federación Leonesa de Empresarios (Fele) insistió en que, salvo las grandes empresas, donde reconoció el parón, los polígonos industriales funcionaron ayer con normalidad, después de que los propios trabajadores, como en el caso del PIB de Ponferrada, retiraran las piedras que bloqueaban el paso a primera hora de la mañana.
Cosmos afirmó que un 35 por ciento de sus trabajadores secundó el paro, afectando a la expedición de cemento y a uno de los hornos en la fábrica de Toral de los Vados. La huelga apenas se notó en Teleperformance, la mayor empresa del Bierzo con 800 trabajadores en su call center, ni tampoco tuvo peso el transporte de viajeros, con el 98 por ciento del sector trabajando según la Fele, ni en el sector de la pizarra, con el cien por cien trabajando según la patronal, ni en los hoteles, ni en la sanidad privada, ni en las administraciones como el Ayuntamiento de Ponferrada, donde sólo 12 de los 369 trabajadores en plantilla secundaron la protesta. Lo mismo hizo un 21 por ciento de los trabajadores del servicio de jardines, un trabajador de Aquagest.
La huelga fue más efectiva, según los datos oficiales, en el servicio municipal de la limpieza donde, al margen del 25 por ciento de los servicios mínimos, sólo dos trabajadores acudieron a su puesto. El transporte urbano, con algún que otro autobús pintado con consignas a favor de la huelga, cumplió con los servicios mínimos de entre el 25 y el 75 por ciento y funcionó una línea más. El Hospital del Bierzo trabajó con normalidad. CC.OO anunció que denunciarían la decisión del gerente de recurrir a la plantilla flotante.
El piquete informativo de un centenar de sindicalistas que recorrió Ponferrada escoltado por un fuerte dispositivo policial, logró cerrar, durante un par de horas, la mayoría de los comercios del centro comercial El Rosal, incluyendo el hipermercado Carrefour, y posteriormente el Mercadona. Los sindicatos, que aplaudieron la decisión de la mayoría de los ponferradinos de no acudir a comprar, se defendieron de las acusaciones de coacción que les dirigió la Fele, negando que violentaran a nadie, y menos con la vigilancia policial tan estrecha, y quejándose a su vez de las supuestas coacciones del «piquete empresarial». «Hay que gente que no ha hecho huelga por miedo y porque no se puede permitir perder un día de sueldo», afirmó el secretario comarcal de UGT, Omar Rodríguez. Y fuentes de CC.OO. se quejaron especialmente de la «espeluznante» presión en la empresa Tvitec.
El presidente de la Fele en el Bierzo, Javier Morán, fue uno de los pequeños empresarios que sí notó la huelga. Pero por otros motivos que los del paro. Morán contaba con encontrar ayer empapelado de carteles el local de su inmobiliaria, cosa que sucedió, pero también descubrió que no podía entrar en el establecimiento. Una masa de silicona y alfileres se lo impedía. Morán ironizó con pasarle la factura del cerrajero a los sindicatos
Algo parecido ocurrió con dos bares de la plaza República Argentina. Y la sede de la Fele y del Ecyl amanecieron encarteladas. Y por la tarde, coincidiendo con la manifestación, unos adolescentes incendiaro contenedores junto al colegio Navaliegos.