Mas pronostica que su sucesor presidirá una Cataluña independiente de España
«Seré el último presidente de la Generalitat al que el Estado español intente destruir».
A una semana para las elecciones, los cuarteles generales de los partidos se despertaron ayer con la publicación de cinco encuestas cuyas conclusiones marcarán la carrera final de la campaña. Aunque existen diferencias en los resultados de los sondeos, hay puntos coincidentes: hoy por hoy CiU tiene complicada la mayoría absoluta y la segunda plaza se la pelearán en siete días y a cara de perro entre el PSC, PP y ERC.
Más o menos lo que venían diciendo las encuestas hasta la fecha, pero con una incógnita añadida, cuyo impacto no recogían los estudios de opinión: aún no se sabe cómo afectarán en los comicios del 25-N los presuntos casos de corrupción que vinculan a Artur Mas y a Jordi Pujol con la trama del Palau de la Música.
De momento, y por lo visto en las encuestas dominicales, las espadas están en todo lo alto. Casi todo es posible: la mayoría absoluta de CiU, que se quede a tres o cuatro diputados o que retroceda respecto al 2010. Sin embargo, en lo que coinciden también todos los sondeos es en el despegue de ERC, que podría incluso llegar a doblar los 10 parlamentarios actuales.
Ese crecimiento sería a costa de Solidaritat per la Independència, que desaparecería del Parlament , del PSC y también de los votantes más soberanistas de CiU, que temen que el día después de las elecciones Mas empiece a echar el freno. Por ello, y al calor de las informaciones periodísticas, ha ido radicalizando su discurso.
Víctima
Mas se siente cómodo en el papel de víctima atacada, afirma que el proceso hacia el estado propio es irreversible y ayer soltó un vaticinio muy contundente: él será el último presidente autonómico de Cataluña.
«Espero que yo sea el último presidente de la Generalitat al que el Estado español intente destruir, porque al próximo ya no podrá intentarlo, pues ya no dependerá del Estado español», proclamó en el mitin central de campaña de CiU, en Barcelona.
Mas insistió en alcanzar el estado propio a través de la consulta de autodeterminación y volvió atacar a las estructuras del Estado español por los casos de corrupción en los que se ve supuestamente implicado.
«Qué valor tiene la democracia cuando se utilizan las cloacas del Estado para hundir la voz de un pueblo», planteó.
«Están dispuestos a cualquier cosa, a mentiras, calumnias e incluso a fabricar pruebas», acusó.
El presidente catalán llamó a la movilización del electorado para lograr un gobierno catalán «fuerte» que se pueda enfrentar a un Ejecutivo del PP con mayoría absoluta, una recesión europea y una UE que «de momento no se moja» sobre el proceso soberanista catalán.
«No se puede enviar a una batalla de esta magnitud a un ejército desarmado», remarcó.
También ayer, el ministro del Interior, Jorge Fernández, defendió el principio de presunción de inocencia al preguntársele por la información de un supuesto borrador policial sobre presuntas cuentas del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y del expresidente Jordi Pujol en Suiza y Liechtenstein.
«Yo me defendería»
El ministro del Interior aseguró que él se defendería ante falsedades.
«Si uno considera que las informaciones que le afectan no son adecuadas, debe utilizar los medios de defensa que la ley pone a su alcance, que es presentar las querellas y hacer lo que tienen que hacer», declaró en una visita a Maials para apoyar a la candidata popular por Lleida, Dolors López.
Sobre las explicaciones que Mas le ha pedido como ministro del Interior, contestó que un dirigente político no puede sorprenderse de que un ministro no sepa todo lo que se hace en su ministerio: «Yo le preguntaría al señor Mas si él conoce todos los informes que se hacen en los Mossos d’Esquadra y en la administración catalana. Seguro que no».