Diario de León

CRIMEN MACABRO. El relato de los hechos

Un indigente descuartiza a su pareja en Bembibre y se entrega tras huir a La Coruña

El autor del crimen confesó que mató a la mujer el sábado para repeler una agresión y se volvió «loco».

El autor confeso del crimen, Manuel Dos Anjos, de 53 años, a su llegada anoche al calabozo judicial en la Casa Consistorial de Ponferrada.

El autor confeso del crimen, Manuel Dos Anjos, de 53 años, a su llegada anoche al calabozo judicial en la Casa Consistorial de Ponferrada.

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C. FIdalgo / M. Á. Cebrones. Ponferrada | Bembibre
Ponferrada

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La mató de un corte de cuchillo en el cuello, supuestamente para repeler una agresión y estando borracho, después la descuartizó, metió sus restos en dos maletas y huyó a La Coruña. Ocurrió el pasado sábado en un antiguo cargadero de carbón del barrio de La Estación de Bembibre donde suelen dormir indigentes. Manuel Dos Anjos, portugués de 53 años y con seis hijos fruto de otra relación en Galicia, usó el mismo cuchillo con el que supuestamente le quería agredir su compañera sentimental, la ceutí Rosa del Mar Jiménez Chacón, de 42 años, para causarle una herida mortal a la mujer con la que convivía, según declaró a los agentes de la comisaría coruñesa de Lonzas a los que se entregó en la madrugada de ayer. Para lo que hizo después, descuartizar a su pareja empleando presuntamente un hacha y meter sus restos en dos maletas que dejó abandonadas en el lugar del crimen, no tiene más explicación que «se volvió loco».

Bembibre descubrió ayer que el pasado fin de semana fue escenario de un macabro cuento de terror. Una supuesta discusión entre una pareja —ella había regentado el bar La Birra, pero vivía en los ambientes marginales desde hace más de una década, él había abandonado hacía tres años a su familia en el poblado chabolista de la Conservera Celta de La Coruña, junto a la ría de O’Burgo, y vivía mendigando— terminó con la mujer muerta y descuartizada en dos maletas.

Convencido por sus hijos, según confirmaron fuentes próximas al caso, el autor confeso del crimen se entregó a la Policía tras 48 de dudas y asistido por un abogado. En Comisaría, aseguró que estaba borracho en el momento del suceso, que dejó con la palabra en la boca a su pareja en medio de una discusión para ir a acostarse e inmediatamente la mujer arremetió supuestamente contra él con un cuchillo en la mano. Manuel Dos Anjos declaró, según fuentes próximas al caso, que desconoce la forma en la que le hizo un corte en el cuello a su pareja y que tras desplomarse, «no sabe» lo que hizo con la mujer.

Minutos después de su declaración en la Comisaría coruñesa, los agentes de la Guardia Civil de Bembibre descubrían que el hombre que solía ponerse a pedir de rodillas a las puertas de la oficina de Caja España o en el supermercado Mercadona no se estaba inventando su relato. En el antiguo cargadero de carbón encontraron las dos maletas y hallaron además un cuchillo y un hacha, sin aparentes rastros de sangre, que pudieron haberse empleado para dar muerte y descuartizar a la víctima. La Policía Científica de la Guardia Civil analizaba ayer los dos objetos para verificarlo.

Antes del amanecer, el juez ordenaba el levantamiento de los restos del cadáver, que fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense del Hospital del Bierzo para efectuarles la autopsia. Manuel Dos Anjos por su parte, era llevado a Ponferrada para comparecer hoy ante el juzgado número cinco, encargado de los casos de violencia de género, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Anoche llegaba al calabozo municipal, custodiado por agentes de la Guardia Civil.

La pareja se había conocido en el comedor social de Cáritas en Bembibre, según relató el alcalde de la localidad. Él estaba de paso y se fue a vivir con Rosa del Mar, conocida por haber regentado un bar a mediados de los años noventa, con y tres hijos menores de edad de una relación anterior que se encuentran en un centro de acogida de la Junta de Castilla y León , confirmó el propio presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, después de las Cortes de la comunidad guardaran ayer un minuto de silencio para condenar el suceso, el segundo crimen de violencia machista ocurrido este año en León.

Dos de los indigentes que viven en las inmediaciones del mismo cargadero de carbón abandonado declararon ayer a este periódico que habían visto discutir a la pareja en alguna ocasión y a la mujer con magulladuras. El subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez Quiñones, confirmó, sin embargo, que la víctima nunca había denunciado a su pareja, que tiene antecedentes penales «contra las personas y la propiedad».

Juan Fernández, una de las últimas personas que asegura haber visto con vida a Rosa del Mar, relató a este diario que el sábado comió con la víctima. «Nos fumamos unos porros y nos bebimos un calimocho. Después ella se fue a ver la televisión». El alcalde de Bembibre, afirmó por su parte que la víctima solía «invitar a los transeúntes que llegaban» a la zona del cargadero, por lo que no descartaba que los celos pudieran estar detrás de la discusión.

En la zona, con antiguas instalaciones mineras y viviendas ruinosas, apenas vive gente. Hermenegilda Villadangos, viuda de 83 años, que reside a pocos metros del viejo cargadero, no salió de su casa el sábado y no vio nada sospechoso, pero sí solía saludar al detenido, del que no se conocen episodios violentos en Bembibre, confirmó el alcalde. «Él me decía que no le dijera nada a ella, que me echaría mal de ojo», afirmaba ayer la anciana residente en la carretera de Viloria, que sólo se enteró de lo sucedido a media mañana de ayer, al ver a la policía y a los curiosos en torno al lugar del macabro hallazgo.

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