RENUNCIARÁ A ELLAS
Bildu pide suspender la compra de 100 tablets para parlamentarios vascos
Defiende de que "no hay necesidades reales y objetivas que justifiquen este gasto" y reclama "responsabilidad en el uso de dinero público"
EH Bildu ha solicitado a la Mesa del Parlamento vasco la suspensión del concurso público abierto para la adquisición de 100 tablets electrónicas para los parlamentarios vascos, al considerar que "no hay necesidades reales y objetivas que justifiquen este gasto que puede ascender a cerca de 200.000 euros" y ha anunciado que sus parlamentarios renunciarán a ellas, si la Mesa rechaza su petición.
En un comunicado, la coalición ha informado de que el vicepresidente primero de la Mesa, Juanjo Agirrezabala, solicitará la suspensión del concurso público que la Mesa presidida por la 'popular' Arantza Quiroga, puso en marcha para comprar cien tablets electrónicas para ponerlas a disposición de los miembros de la Cámara dentro del sistema de oficina móvil.
EH Bildu considera que "no hay necesidades reales y objetivas que permitan justificar ese gasto de dinero público, que puede ascender a cerca de 200.000 euros en total" y ha anunciado que sus cargos renunciarán a las tablets, si la Mesa rechaza su petición y opta por culminar el proceso de compra abierto por la Mesa anterior. "Todos los grupos tenemos la obligación de gestionar el dinero público con prudencia y responsabilidad", ha defendido.
Según ha informado, la Mesa de la Diputación Permanente acordó el pasado día 5 de noviembre licitar la adjudicación del contrato de suministro de 100 tablets para su integración en el sistema de oficina móvil del Parlamento y aprobó a tal fin un presupuesto máximo de 114.950 euros. Sin embargo, ha informado de que ese coste se podría ampliar en 80.000 euros aproximadamente, para posibilitar el uso de firma electrónica en las tablets y permitir su conexión a la red interna de la Cámara.
EH Bildu ha defendido que "no hay ni necesidad ni justificación para esta compra, puesto que estas tablets vendrían a prestar el mismo servicio que ya cubren los ordenadores portátiles que el Legislativo de Gasteiz entrega a cada parlamentario y parlamentaria al inicio de cada legislatura".
Por ello, ha insistido en que "no tiene ningún sentido facilitarles dos herramientas informáticas con funciones tan similares, y lo tiene todavía menos duplicar gastos sin que sea estrictamente necesario".
Para el grupo parlamentario de EH Bildu, "la decisión de la Mesa supone un despilfarro de dinero público que nunca tiene justificación, pero menos aún en la actual coyuntura económica".
En este sentido, ha exigido que todas las instituciones públicas actúen "con máximo rigor y responsabilidad en la gestión de los fondos públicos" y ha advertido de que "lo contrario, como ha hecho la Mesa del Parlamento en este caso, es una grave falta de respeto al conjunto de la ciudadanía, que es la que soporta económicamente, vía impuestos, la actividad de las diferentes administraciones".
Sin explicaciones
Ante esta situación, la coalición ha decidido solicitar formalmente la suspensión del concurso para la compra de las tablets, "después de que la Mesa le haya negado cualquier tipo de información al respecto".
Según ha explicado, tras conocer el acuerdo de la Mesa, publicado el día 9 en el Boletín Oficial de la Cámara, Dani Maeztu y Juanjo Agirrezabala, miembros de la Diputación Permanente, le remitieron el día 12 una batería de preguntas al objeto de que el órgano que entonces presidía Quiroga les aclarara los motivos y las necesidades que, a su juicio, justificarían la compra de las tablets, además del coste total previsto de esa operación.
Sin embargo, ha denunciado que dos días más tarde, este órgano "evitó responder a los dos electos de EH Bildu porque, según su interpretación del Reglamento, los parlamentarios carecen de competencia para fiscalizar la actividad del órgano de gobierno de la Cámara".
Para EH Bildu, "con esa respuesta de auténtico desprecio a los grupos parlamentarios, la Mesa presidida por Arantza Quiroga puso el colofón a una trayectoria marcada por la opacidad". "La Mesa no puede ser un órgano omnipotente, al margen de cualquier forma de control, sino que debe estar sometido al control y vigilancia de los grupos parlamentarios", ha concluido.