Rajoy busca ministros ‘más políticos’ para hacer un cambio de gobierno
El presidente planea una crisis ‘por adicción’ para no decidir de quién prescinde.
Mariano Rajoy y sus trece ministros llevan un año remando contra corriente. «No he tenido mucho que celebrar desde que soy presidente», ironizó el propio Rajoy en una visita a la planta de Renault en Valladolid.
El Gobierno necesita oxígeno después de permanecer inmerso durante once meses en un bucle interminable de recortes, ajustes y otras decisiones impopulares. El presidente dirime ahora cuál es el momento idóneo para dar el paso de incorporar savia nueva al Consejo de Ministros.
«A Rajoy siempre le ha costado mucho trabajo tomar la decisión de relevar a alguien, sobre todo si se trataba de un alto dirigente del partido», apunta un representante del Ejecutivo.
Los que más lo conocen explican que el presidente puede optar por una crisis de Gobierno por adición , es decir, incorporar a uno o dos ministros sin prescindir de nadie o, directamente, sustituir a alguna de sus actuales piezas.
La primera opción, según esta misma fuente, podría producirse de manera inmediata, incluso antes de final de año. La segunda, más delicada, la retrasaría. «Cambiar a un ministro en el primer año de mandato puede interpretarse como síntoma de debilidad y Bruselas y los mercados internacionales están muy pendientes de la solvencia del Gobierno de España», explica otro alto cargo.
Arenas y Basagoiti
Todas las fuentes consultadas hacen hincapié en que Rajoy abordará esta cuestión con el sigilo y la cautela que, por ejemplo, siguió a la hora de hacer público su primer Gabinete.
La misma coincidencia existe a la hora de destacar una cualidad común que tendrán las nuevas incorporaciones: un notorio peso político, experiencia contrastada y buenas dotes de comunicador. Varios barones del partido han lamentado el aparente paso atrás que han dado algunos ministros en los últimos meses. La crítica alude, en concreto, al poco protagonismo en los medios de comunicación de algunos ministros que «parece que quieran evitar quemarse», expone con preocupación un dirigente del PP.
Apenas comienzan a sonar los tambores de crisis de Gobierno, las quinielas con ministrables comienzan a florecer. Los primeros nombres que han saltado son los de Javier Arenas y Antonio Basagoiti. Cumplen a la perfección con el perfil de dirigentes curtidos en mil batallas y, además, no rehuyen la presión que supone una sobreexposición mediática