Diario de León

Gallardón acusa a jueces y abogados de moverse por «intereses corporativos»

El ministro revela que los magistrados pidieron el aumento de las tasas.

Gallardón, durante su asistencia al Foro ABC.

Gallardón, durante su asistencia al Foro ABC.

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mateo balín | madrid
León

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Alberto Ruiz-Gallardón se presentó ayer como el gran «transformador» de la administración de Justicia en pleno terremoto en el mundo judicial. Con todos los protagonistas de los tribunales unidos en contra de sus reformas y una huelga de togados en el horizonte, el ministro hizo bueno el dicho de que no hay mejor defensa que un buen ataque y acusó a jueces y abogados de moverse por «intereses corporativos» para no subirse al tren reformista de su departamento y rechazar los cambios

De forma sutil pero directa y con su característico tono irónico, Gallardón eligió bien el día para desplegar su argumentario, el mismo que causa un profundo enfado entre los profesionales de la Justicia, desde los jueces, fiscales y abogados hasta los secretarios judiciales o los funcionarios de los juzgados. Lo hizo horas después de que este frente común publicara un manifiesto en el que le pedían que rectificara y un día antes del paro de una hora convocado hoy en todas las sedes judiciales

Intereses

Pero lejos de escuchar el mensaje, el ministro se creció y respondió con dureza. Aseguró que Mariano Rajoy le dio su confianza para transformar la maltrecha administración de Justicia, no para atender los «intereses legítimos, pero corportativos» de sus actores, en particular jueces y abogados, cabezas visibles de las protestas junto a los fiscales. «Vine para hacer, no para estar», manifestó Gallardón en el foro ‘ABC-Deloitte’ después de comenzar su intervención con melifluas menciones a la historia del Ministerio de Justicia y a los cuadros de sus antecesores colgados de las paredes del edificio de la calle San Bernardo. Y cuando el ministro admite que «vino para hacer», esto es, para conseguir que la administración de Justicia sea más eficaz y salga de su colapso endémico, también da por hecho que fue elegido para ponerse el casco cuando el patio está revuelto, como ocurre ahora.

Pero lejos de esquivar las críticas, Gallardón entró al trapo y dejó pullas para unos y otros. A los jueces les recordó su estatus laboral privilegiado con el resto de los funcionarios públicos. Les acusó de alentar las protestas «porque les han quitado la paga extra de Navidad o les hemos rebajado de 18 a 12 los días de permiso, cuando el resto de funcionarios sólo tienen tres»

De la misma forma, sacó una carta de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la organización conservadora y mayoritaria en la carrera, para desvelar que fueron ellos quienes le pidieron la implantación de las tasas judiciales que han soliviantado a los abogados. Una versión que fue desmentida poco después por la portavoz de la APM, María Antonio Sáenz,.

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