El Rey remonta la crisis institucional y sólo Urdangarin lastra su imagen
La Zarzuela sostiene que la Casa Real ha superado el incidente de Bostwana.
No ha sido un año fácil para la Corona y en la Zarzuela lo admiten abiertamente. ‘Annus dificilisimum’ dicen con cierta sorna frente a quienes emplean el ya manido ‘annus horribilis’, popularizado por Isabel II de Inglaterra en su discurso navideño de 1992.
La imagen de la institución se ha visto seriamente deteriorada. El caso Urdangarín sigue pesando como una losa. Pero las encuestas internas que maneja la Casa del Rey indican que, al menos, don Juan Carlos se ha redimido ya ante la ciudadanía de otro episodio que, sin duda, hizo daño a su reputación: el polémico viaje del pasado abril a Botsuana.
Hasta dónde llegó entonces el ‘agujero’ es algo que la Zarzuela guarda para sí. Pero fuentes oficiales aseguran que la imagen de la Corona se ha recuperado hasta niveles similares a los que reflejaban lo sondeos antes del incidente de la cacería con España inmersa en una crisis económica sin precedentes. Otra cosa es que se haya revertido la situación creada por el estallido de caso corrupción en el que está implicado el yerno del Monarca.
Datos en secreto
La Casa del Rey se escuda en que es difícil saberlo porque no dispone de estudios comparables. Y, en todo caso, no tiene ninguna intención de hacer públicos los datos de que dispone. El cuestionario que ahora se emplea es relativamente nuevo. De hecho, empezó a utilizarse a partir de octubre del 2011, después de un barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que hizo saltar todas las alarmas. En un año, el porcentaje de quienes expresaban una alta confianza en la Corona había caído del 40,4% al 34,2%. La empresa pública no ha vuelto a preguntar sobre la cuestión. Pero la Zarzuela no ha parado de hacerlo. Y aunque se niegue a poner cifras al desperfecto, no oculta que el impacto causado por el ‘caso Nóos’ ha sido notorio, como ponen de relieve otros sondeos publicados en diversos medios, el más reciente, pero no el único, el del Real Instituto Elcano.
Es más, sabe que aún le queda mucha tela que cortar
Anticorrupción pidió el pasado noviembre una fianza de 8.189.448 euros a pagar conjuntamente entre Iñaki Urdangarín y su ex socio, Diego Torres, y ambos tienen hasta el 15 de enero para presentar alegaciones antes de que el juez tome una decisión definitiva. Después vendrá el momento de saber si hay o no procesamiento, juicio y, en último caso, condena.
El terremoto no ha pasado. Ni mucho menos.