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Rajoy endosa a Zapatero la «culpa histórica» de los recortes efectuados

El presidente del Gobierno reconoce que el 2012 ha sido un año de «sufrimiento y dolor».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (en el centro), inauguró ayer la interparlamentaria del PP que tiene lugar en Toledo.

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a. montilla | madrid
León

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A Mariano Rajoy ya no le basta con responsabilizar a la herencia recibida de José Luis Rodríguez Zapatero de algunos de sus ajustes más severos, sino que ahora quiere que el PSOE cargue con la «culpa histórica» de haber dejado «un déficit de bancarrota y hay que decirlo, alto y claro, por muy presente que ya lo tengan todos los españoles, insisto, alto y claro».

El presidente del Gobierno, durante su intervención en la 18 Asamblea Interparlamentaria del PP, intentó neutralizar la nueva estrategia de oposición que anunció el domingo Alfredo Pérez Rubalcaba, y que se centrará en los recortes sociales aprobados por el Gobierno. Rajoy advirtió de que el PP no va a consentir «que quien socavó nuestro Estado del bienestar nos pretenda dar lecciones de política social o proclamarse su defensor».

El líder de los populares no quiere que ninguno de sus militantes baje la cabeza ante la contestación social que han tenido algunas de sus decisiones. De hecho, pidió a los cuadros medios de su formación un esfuerzo didáctico para explicar a los ciudadanos las reformas y para rebatir a los socialistas. «El PSOE –abundó Rajoy– congeló las pensiones y no nosotros, nosotros no hemos congelado las pensiones y esto hay que decirlo claro, simplemente porque es verdad».

Rajoy, arropado por Dolores de Cospedal y el resto de la cúpula de su partido, confesó que el año que ahora concluye «es el más duro que nos ha tocado vivir». Realizó un análisis de su primer año de mandato sin apenas autocrítica, con un retrato áspero y gris del presente y una fe ciega en que 2013 será el año puente entre la crisis y la creación de empleo, pese a que existen múltiples predicciones de organismos internacionales que apuntan a que la caída de nuestra economía no se frenará hasta dentro de dos años.

Optimismo

Rajoy se mostró sereno y más optimista que de costumbre, tal vez porque los últimos acuerdos de la UE alejan, de momento, el fantasma del rescate de la economía. Un éxito que, de momento, no se nota en la economía real, en la de la calle, tal y como reconoció el propio presidente. Es más, aseveró que ni olvida ni olvidará «el dolor y el sufrimiento» que han padecido muchas familias en este año que ahora concluye. En especial, los casi seis millones de parados.

De hecho, ha apostillado que él no puede olvidar a todos los españoles que no tienen empleo y de todas las familias que lo están pasando mal. Un crudo retrato de realidad, pero con una inusitada dosis de esperanza, precisamente para aquellos que están sin empleo.

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