Mas anuncia que «ha llegado el momento» de la autodeterminación
Con la firma del pacto de gobernabilidad para Cataluña, Artur Mas y Oriol Junqueras oficializaron ayer la alianza entre CiU y ERC. Un entendimiento que permitirá a Mas ser reelegido el viernes presidente de la Generalitat, garantiza sobre el papel la estabilidad del futuro Gobierno y pone los cimientos para la convocatoria de una consulta en el 2014 y la posterior construcción de un Estado catalán independiente.
La décima legislatura arranca hoy con el discurso de investidura de Mas, que estará marcado por los dos ejes que centrarán su mandato, la lucha contra la crisis y el ejercicio del derecho de autodeterminación.
El presidente de la Generalitat en una breve alocución tras estampar su firma al acuerdo, afirmó que Cataluña afrontará en los próximos años la operación política de mayor «envergadura en tres siglos». «Ha llegado el momento» que mucha gente quería ver durante muchos años y el momento de que Cataluña ejerza el derecho a decidir su futuro, dijo el president en funciones del Govern.
Apasionante
Mas calificó la etapa que se abre como la más «apasionante» para el pueblo catalán, aunque reconoció que será «tremendamente difícil y compleja». En parte, porque en el camino se encontrará con muchos obstáculos para impedir la consulta. «Tendremos muchos adversarios y muchos de ellos son muy poderosos y actúan sin escrúpulos», afirmó sin poner nombres ni apellidos. Pero se refería, como es obvio, al Gobierno de Mariano Rajoy, que ya ha anunciado que recurrirá ante el Constitucional cualquier intento de la Generalitat de convocar un referéndum, y a los medios de comunicación conservadores.
En cualquier caso, ni Mas ni Junqueras aclararon qué tipo de consulta quieren celebrar. El pacto solo señala que ambas formaciones se comprometen a trabajar todos los procedimientos formales, jurídicos e institucionales posibles hasta el 31 de diciembre del 2013 para estar en condiciones, a partir de entonces, de convocar una consulta «de acuerdo con el marco legal que lo ampare». La redacción es lo suficientemente ambiguo como para dejar todas las puertas abiertas.