Unicaja confía en poder integrar a CEISS pese a romper el acuerdo inicial
CEISS necesita ayudas públicas y pasará a estar participada mayoritariamente por el Estado a principios de año y deberá ser subastada en un plazo inferior a cinco años, según las exigencias de Bruselas
Unicaja confía en poder integrar a CEISS, el banco fruto de la fusión de Caja España-Duero, a pesar de que hoy se haya roto el acuerdo inicial suscrito entre ambas entidades para su fusión.
En un comunicado difundido hoy, la entidad malagueña dice que espera poder articular, en breve plazo, un proyecto de integración adaptado a las nuevas exigencias y que cumpla los requisitos necesarios para su aprobación.
CEISS necesita ayudas públicas y pasará a estar participada mayoritariamente por el Estado a principios de año y deberá ser subastada en un plazo inferior a cinco años, según las exigencias de Bruselas.
El consejo de administración de Unicaja Banco ha puesto de manifiesto hoy su confianza en finalizar en breve la articulación del proyecto integrador, según la nota.
Según informaron ayer a Efe fuentes de Unicaja, el plan aprobado por Bruselas está en línea con lo que esperaba la entidad financiera andaluza.
En virtud del mismo, CEISS tendrá que reducir su tamaño en un 30 por ciento para ser viable, además de recibir una inyección de capital de 604 millones de euros del Estado.
Esta ayuda es inferior a los 2.063 millones de déficit de capital que detectó Oliver Wyman, lo que ha sido favorecido por la transferencia de activos tóxicos inmobiliarios a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) por importe de unos 717 millones de euros.
El plan planteado por CEISS prevé el cierre de 250 sucursales y el despido de un millar de personas.
