La Diputación sortea la crisis con unas cuentas que apoyarán todos los grupos

Una foto sin precedentes en la andadura de la Diputación de León en democracia; un gesto histórico. Un acuerdo por encima de marcas partidistas. PP, PSOE, UPL y no adscritos se sentaron ayer en la misma mesa para presentar las cuentas provinciales del 2013, a las que bendice de forma prematura ya un sí de consenso. El presupuesto de la Diputación nace avalado por todo el arco político representado en el Palacio de los Guzmanes. Reforzada en su figura política por el consenso hallado en la elaboración del presupuesto, la presidenta de la Diputación celebró la adhesión de los opositores a un proyecto de gestión en época de crisis. «Creo que hemos atendido a una necesidad que nos imponían todos los ciudadanos en estos momentos complicados; hemos estado a la altura de las circunstancias», saludó Isabel Carrasco en el momento de presentar la afinidad presupuestaria entre partidos, flanqueada por los portavoces de los grupos (el popular Jaime González, el socialista Luis Rodríguez Aller, el leonesista Lázaro García Bayón y Matías Llorente) y el diputado del área económica Lupicinio Rodrigo.

Se presentan 133 millones de euros para gestionar las competencias de la Diputación de León en el área rural de la provincia, con una reivindicación ante las exigencias gubernamentales en las leyes presupuestarias. «Creo que las administraciones que hemos hecho bien los deberes debemos de tener alguna ventaja a la hora de abordar nuestras cuentas frente a aquellas instituciones que no han cumplido bien la normativa», expresó Carrasco ante el corsé de la ley de estabilidad que desde ahora marca la confección de las cuentas, y que desde la Federación de Municipios y Provincias se va a comenzar a negociar de inmediato con el Gobierno.

La Diputación de León presume de fiabilidad en la gestión mientras exhibe una salud financiera a prueba de endeudamiento, una circunstancia que no se puede satisfacer en el área de gestión pública, en otras administraciones.

«Se acomete una subida del 1,6% del presupuesto», recordó el portavoz del PP, Jaime González, «sin necesidad de endeudarse».

El matiz no se queda en anécdota cuando se observa que en las mismas cuentas del 2013 se incrementará de forma sensible la amortización de deuda contraída. «No vamos a reducir nada en cuestiones sociales, aunque redistribuiremos en diferentes áreas ese presupuesto», aclaró Carrasco sobre un consenso que tiene otro aval prioritario en las cantidades dedicadas a obras y servicios, con incrementos de partidas con fondos propios.