«A Meiga» trae el Gordo a Ponferrada

Tiene nombre de bruja y ayer trajo la suerte en Ponferrada. A Meiga , que así se llama la Administración de Loterías y Apuestas del Estado número siete de Ponferrada, en la calle General Vives, repartió dos millones de euros entre los bercianos —y quien sabe si también entre alguno de los peregrinos que a diario pasan por delante del local caminando a Santiago— despues de vender en ventanilla una serie completa de diez décimos del número 30.875.

Por primera vez en la historia del sorteo del Niño, un buen pellizco del Gordo caía en Ponferrada. Los bombos sólo necesitaban media hora para repartir los 840 millones de euros de la cita. Pero hubo que esperar a las últimas cinco bolas para que saliera el premio mayor que todo el mundo esperaba y que llevó la mayor parte de los millones a Alcorcón (Madrid) y Alicante, (79 millones entre las dos) pero también a Murcia y a Tenerife, y otros lugares de la Comunidad de Madrid como la propia capital de España, Rivas Vaciamadrid o Parla, además de Ponferrada, en lo que ha sido el primer sorteo de la Lotería Nacional al que el Gobierno aplicará el nuevo impuesto del 20 por ciento a las retribuciones superiores a 2.500 euros.

Con la capital del Bierzo envuelta en la niebla del Día de Reyes, hubo que esperar una hora para que Loterías y Apuestas del Estado confirmara que la administración agraciada era la del número seis de la calle General Vivies, en la glorieta de Correos. A los propios responsables del negocio, residentes en El Barco de Valdeorras, también les llevó un tiempo verificar que era cierto, aunque a la lotera, Rosario Romero, el número sí le había resultado familiar en el momento en que salió. Rodeadas de periodistas, y a la espera de que Romero llegara nerviosa y emocionada desde Valdeorras, fueron las dos dependientas de la administración las que comprobaron que el número había salido de su ventanilla.

«Podía haber sido más»

No tardó en aparecer el cava, procedente del bar de al lado, pero no se dejó ver ningún agraciado. Desde León capital acabó llegado el delegado de Loterías y Apuestas del Estado, Francisco León Sánchez, con el cartel oficial para dejar colgado en la administración, como quien gana una medalla. «Ha sido un día de Reyes atípico», aseguró después a este periódico. «Pero estoy contento de que haya tocado, ya podía haber venido un poco más», añadió. Y durante la tarde y mientras la niebla dejó, no fueron pocos los viandantes que echaron un vistazo al escaparate del establecimiento, ya cerrado, mientras se preguntaban si algún vecino no estaría a esas horas disfrutando en silencio de la suerte que ayer le trajo A Meiga .