Diario de León

LAS CIFRAS DEL PLAN DE FUTURO. EXPEDIENTES DE EXTINCIÓN

Alonso plantea despedir a 395 trabajadores para reducir su plantilla en casi un 34%

CMC y Uminsa pierden en el ajuste 724 trabajadores, 329 de ellos por las prejubilaciones del 2012.

La explotación de Cerredo seguirá funcionando sólo con los dos talleres con marchantes, además del que se está instalando.

La explotación de Cerredo seguirá funcionando sólo con los dos talleres con marchantes, además del que se está instalando.

León

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El Grupo Alonso anunció ayer su decisión de prescindir de 395 trabajadores, de los que 170 se irán con el expediente de extinción de empleo presentado ayer para la empresa Coto Minero Cantábrico (CMC) y otros 225 deberán repartirse entre los empleados de Unión Minera del Norte (Uminsa) y las contratas que no han fijado las reducciones salariales y de condiciones laborales que exige el empresario para ajustar su sociedad al nuevo escenario de producción minera. Un ajuste que supone reducir su plantilla total en 724 trabajadores, de los que 329 corresponden a las prejubilaciones correspondientes al ejercicio del 2012.

El primer grupo minero privado del país reducirá así su contingente laboral en casi un 34%, al pasar de los 2.158 trabajadores que tenía el pasado mes de septiembre a los 1.434 que considera que puede mantener para sostener la viabilidad del grupo en las nuevas condiciones impuestas por el Gobierno.

El empresario Victorino Alonso cumple así la advertencia que realizó a los comités de empresa en las últimas semanas, en las que ha intentado negociar durísimos ajustes en las condiciones laborales de los trabajadores. La empresa advirtió a los sindicatos que, de no fijarse esos recortes salariales y de derechos, iría directamente a EREs de extinción que suponen en la práctica la desaparición de las minas de interior en la provincia, y la desaparición de la actividad que no se realice de manera mecánica en las dos explotaciones más modernas del grupo, las de Cerredo y Pilotuerto, ambas en Asturias.

Desde la dirección de la empresa se explicó ayer a los representantes de los trabajdores que este drástico ajuste laboral es necesario para adaptar el volumen de la empresa a la reducción de la producción y las ayudas fijadas por el Gobierno en el 2012; así como para prever las condiciones que regirán los destinos del carbón en este 2013, en el que el Ejectuvo ni siquiera ha desvelado sus intenciones para el sector, lo que está provocando un auténtico descalabro en todas las explotaciones.

La intención del grupo, según explicaron ayer fuentes de la empresa, es «intentar que en los próximos seis años, hasta el 2018, las condiciones que exija el nuevo Plan del Carbón y las decisiones que tome la sociedad permitan que ésta sea competitiva a partir del 2019».

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