LA CRISIS DESDE LA BARRA. AL SECTOR LE APRIETAN LOS GASTOS
El recorte del consumo se lleva por delante a casi 1.200 bares en cinco años
Cuatro de cada diez establecimientos de restauración han echado la trapa en la provincia durante la crisis.
Sigue siendo uno de los negocios más socorridos cuando se acude al autoempleo, y es quizá la última actividad de ocio que abandonan los consumidores. Pero la situación económica está pudiendo con todo. Incluso con una costumbre tan arraigada como la del alterne. León es tradicionalmente una de las provincias con mayor índice de bares por habitante, pero en los últimos años las cifras han dado un vuelco.
Desde el inicio de la crisis la provincia ha perdido 1.164 negocios dados de alta como actividad de restauración y bares. Un 36% del total. A finales del 2006 León contaba con algo más de 4.400 bares, que en el 2011 (última cifra que ofrece el Servicio de Estudios de La Caixa), se habían reducido hasta los 3.243. Falta por contabilizar la evolución del sector en el ejercicio recién finalizado, que no se plantea muy optimista a juzgar por las impresiones de las asociaciones del sector. «los cierres de verdad van a venir a partir de ahora. Los empresarios hemos luchado por mantener la actividad y las plantillas, y confiamos en que la situación comience a mejorar. Pero hay muchos negocios al límite».
Lo explica Pedro Llamas, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Restauración, que señala que un buen número de los bares y restaurantes que han cerrado lo han hecho en poblaciones pequeñas. «Cada vez queda menos gente, y donde hay más población el negocio también se ha reducido, así que da para menos locales abiertos».
El volumen de actividad de restauración y bares se había mantenido estable desde el principio de la década en alrededor de 4.500 establecimientos en toda la provincia. De ellos, casi el 90% concentrados en los siete municipios con más de 10.000 habitantes. El resto, casi un 12%, repartidos por las poblaciones más pequeñas.
De hecho, la mayor sangría hasta ahora se ha dado en las poblaciones medianas y pequeñas; aunque apenas se han salvado con descensos menores la ciudad de León, Ponferrada y las poblaciones del alfoz de la capital. Las zonas de mayor crecimiento demográfico en los últimos años. En cuealquier caso, en todas ellas ha descendido el nivel de actividad.
Llamas advierte de que las peores perspectivas de futuro, además de en los pequeños pueblos, se dan en El Bierzo: «La actividad económica ha caído de forma dramática, y los negocios lo van a notar cada vez más».