ANÁLISIS
Desde las guerras púnicas
El anuncio de las pesquisas es la respuesta esperada al temporal político
Mariano Rajoy ha dado la orden y su partido se va a poner manos a la obra. A revisarlo todo, a levantar alfombras y abrir armarios, que no quede sin leer ni un papel y que no haya ningún trabajador o dirigente del PP que no sea interrogado; ha llegado la hora del tercer grado.
La decisión del presidente del Gobierno de hacer una investigación interna en su partido y someterla después al escrutinio de un auditor es la respuesta esperada a este temporal que azota a los populares y que, como ha insistido su secretaria general, María Dolores de Cospedal, esperan capear cuanto antes
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Como subrayeron algunos de los dirigentes del PP en el Comité Ejecutivo Nacional, con el caso Bárcenas se juegan su «buen nombre» y hay que atajar el problema de raíz.
Pero, ¿dónde está esa raíz? Por si viene de muy lejos, piensan investigar desde los inicios del partido. Vamos, «desde las guerras púnicas», bromeó un veterano dirigente popular. Y aunque insisten en que ya lo habían revisado casi todo cuando estalló el caso Gürtel y Luis Bárcenas dimitió como tesorero tras ser imputado, ahora volverán a hacerlo, por si se les había pasado «algo» por alto.
No se cansan en el PP de negar el cobro de sobresueldos en B y de subrayar que las cuentas suizas de Bárcenas no contuvieron nunca dinero del partido, pero son conscientes de que la negativa ya no es suficiente y por eso toca actuar. «Firme» y «tranquilo» vieron los dirigentes del PP a su líder en la reunión de ayer, aunque algunos también admiten que Rajoy debe de estar muy preocupado. Pero del mismo modo en que fue generalizado el silencio de dirigentes y ‘barones’ a la entrada, el mensaje a la salida fue unánime: buenas caras y elogios a su presidente por las medidas tomadas. Todos los consultados aseguraron, además, que no huboni una voz discordante.
Luz, taquígrafos, transparencia en definitiva, eso prometen en el PP después de cuatro días de infarto. Sólo esperan que el electrocardiograma no pegue muchos saltos cuando empiece la revisión. Porque si se caza a alguien, Cospedal promete la patada inmediata.
