Cataluña da el primer paso hacia el referéndum soberanista de Artur Mas
CiU sofoca de forma temporal su revuelta y en el PSC se rebelan cinco diputados.
En una votación calificada de «histórica» por buena parte del arco parlamentario, la Cámara catalana aprobó ayer en el primer pleno de la legislatura una declaración que proclama que el «pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano». El Parlament colocó de esa manera la primera piedra del edificio soberanista que impulsa Artur Mas.
Con los votos a favor de CiU, Esquera Republicana, Iniciativa per Catalunya y uno de la CUP, es decir, 85 escaños de los 135, el 63%, que tiene, el Parlament de Cataluña insta a las fuerzas políticas catalanas a iniciar el proceso para «hacer efectivo el ejercicio del derecho a decidir para que los ciudadanos de Cataluña puedan decidir su futuro político colectivo». Se trata del primer paso de la hoja de ruta hacia el referéndum que pactaron CiU y ERC para dar estabilidad al Govern de Mas. No tiene valor jurídico y es una mera declaración de intenciones, pero nunca antes la Cámara autonómica había ido tan lejos en su reivindicación nacional.
La votación, por lo demás, abre una crisis interna de incalculables consecuencias en el PSC. Porque de los 20 diputados socialistas, cinco de ellos, la ex consejera Marina Geli, Joan Ignasi Elena, Núria Ventura, Rocío Martínez Sempre y el alcalde de Lleida, Àngel Ros, adscritos al ala catalanista, se negaron a votar. El primer secretario del PSC, Pere Navarro, anunció que todos los parlamentarios socialistas votarían en bloque contra la resolución, pero al final no hubo disciplina de grupo.
No hasta el punto de que los cinco díscolos votaran a favor del texto, lo que podría haberse interpretado como un desafío al líder del partido, pero sí para marcar perfil propio. «Hemos querido ser escrupulosos con el derecho a decidir y con nuestro partido», dijeron. El debate identitario amenaza con romper al PSC, de la misma manera que aleja a los socialistas catalanes de sus compañeros del PSOE.
Junto al PSC, votaron en contra 17 diputados del PP, faltaban dos que estaban enfermos, y los nueve de Ciutadans. Al final, el sí crítico de la CUP se tradujo en un voto a favor de la resolución y dos abstenciones.
Tras la resolución, la Cámara aprobará la ley de consultas para dotar al referéndum de un marco legal al margen de la normativa española. El siguiente paso será que el Govern emprenda una negociación con el Gobierno español, y para finales de 2013 CiU y ERC deberían tener la consulta lista para su celebración. Será en ese momento cuando el proceso llegará a su punto decisivo.
De lo que decida el presidente dependerá en buena parte el futuro del Govern y también de la federación de CiU.