Oriol Pujol abre la puerta a dimitir si es imputado por las concesiones de ITV
La Fiscalía Anticorrupción pide su citación por un delito de tráfico de influencias .
El cerco judicial sobre Oriol Pujol y CiU se estrecha. Tres días después de que Artur Mas anunciara la convocatoria para esta semana de una cumbre para buscar soluciones contra la corrupción, la Fiscalía Anticorrupción pidió ayer la imputación de Oriol Pujol, secretario general de Convergència Democrática de Catalunya, y también la de Xavier Crespo, ex alcalde de Lloret de Mar y diputado autonómico de CiU.
El Ministerio Público atribuye a Pujol un presunto delito de tráfico de influencias y asegura tener indicios de la implicación del número dos de CDC en una presunta trama corrupta. Se basa en un informe de la Agencia Tributaria, que sitúa a Pujol como «colaborador necesario» de una red, integrada por dos exaltos cargos políticos, uno de la Diputación de Barcelona y otro de la Generalitat, y tres empresarios, que fueron detenidos en marzo del 2012 como miembros de una organización que supuestamente trató de amañar concursos para las concesiones de estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Uno de los detenidos, el empresario Sergi Alsina, estableció contactos con Jorge Dorribo, principal imputado en el caso ‘Campeón’, en el que se investiga también al ex ministro José Blanco. En la investigación de las ITV aparece además el consejero catalán de Justicia, Germà Gordó.
Pujol reiteró ayer una vez más su inocencia, aunque en este caso se defendió pasando al ataque. El único hijo de Jordi Pujol que se dedica a la política y que además suena desde hace meses como posible delfín de Artur Mas al frente de CiU, abrió la puerta a cesar de sus cargos —no concretó si abandonará la secretaría general del partido o sus responsabilidades como jefe del grupo de CiU en el Parlament— si es imputado. «Ser imputado no es ser culpable», dijo, aunque a continuación afirmó que «nadie debe estorbar al proceso histórico que ha puesto en marcha CiU».
Nada es casual
Y es que, Pujol relacionó de forma directa el goteo de dirigentes vinculados a tramas de corrupción —ITV, Lloret, caso Palau— con el camino hacia el Estado propio que ha iniciado la federación nacionalista. «Nada es casual», dijo. Todo tiene que ver, a su juicio, con la «guerra sucia» que determinados «estamentos del Estado y dirigentes del PP» han emprendido contra el nacionalismo catalán para «frenar» el proyecto soberanista
El caso de Oriol Pujol pasa ahora a manos de la jueza de Barcelona, Silvia López Mejías, quien deberá decidir si existen o no indicios de conductas irregulares.