Varios dirigentes populares piden perdón por el caso Bárcenas
Esperanza Aguirre sugiere que «alguien» puede pedir un congreso extraordinario.
Esperanza Aguirre presidió ayer el Comité de Dirección del PP de Madrid.
La estrategia del PP sobre Luis Bárcenas, que pasa por negar la veracidad de la contabilidad B del ex tesorero y el pago de sobresueldos, se resquebraja. Varios dirigentes populares cambiaron ayer el paso y, en contra del argumentario oficial del partido, pidieron perdón a sus votantes, en particular, y a los españoles, en general. Esperanza Aguirre expresó, a través de Twitter: «Lamento las últimas noticias por los votantes del PP, por los políticos honrados y sobre todo por los españoles».
Aguirre, que desde que estalló este escándalo ha moderado sus críticas a la cúpula popular, apuntó que «alguien» puede pedir la convocatoria de un congreso extraordinario del PP. «El presidente ha empeñado su palabra, si se demuestra que no es así...», apostilló la lideresa con cierta retranca.
Más directo fue Rafael Merino, portavoz adjunto del grupo parlamentario popular. «Como militante del PP tengo que pedir perdón a los ciudadanos» porque «no es de recibo ni es presentable» que «un dirigente de un partido (en alusión al ex tesorero) llevara desde el año 88 con cuentas en Suiza y no hayamos sido capaces de enterarnos», reconoció el diputado en RNE.
Colaboración
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo ayer que la regeneración democrática es «absolutamente imprescindible» para acabar con la indignación popular y que el «ambiente de corrupción» no frene la recuperación económica, y ha añadido que para eso se puede «contar» con su ayuda.
Aguirre hizo estas afirmaciones en rueda de prensa tras el Comité de Dirección del PP de Madrid, donde ha matizado que se puede «contar» con ella pero no desde «la primera línea», a la que no quiere regresar, sino desde la política, que no piensa abandonar.
La presidenta del PP de Madrid ha apostado asimismo por «devolver a los ciudadanos el poder que estos años les han quitado»; ha exigido más agilidad a la Justicia, la reforma de la ley electoral que acabe con «las listas cerradas y bloqueadas» y el cambio del sistema de acceso a la política que termine con los «profesionales».
La corrupción, sostuvo la presidenta en su análisis general de la política, no es una cuestión que tenga exclusivamente «en el punto de mira» al PP, sino también a otros partidos como CiU «por unas concesiones y adjudicaciones que la Fiscalía considera irregulares» y al PSOE, «que robó a los parados para dárselo a algunos con los que tenían amistad y afinidad política».
«Si queremos que los primeros atisbos de recuperación económica no se vean paralizados como consecuencia del ambiente generalizado de corrupción que tiene indignada a la opinión pública y más indignados que a nadie a los políticos honrados, es imprescindible que nos elevemos y hagamos la regeneración democrática que España necesita 33 años después de haber comenzado la democracia», ha proclamado.
