El desafío diario del duque

Hace más de un año que Iñaki Urdangarín fue imputado por un presunto delito de prevaricación, fraude, falsedad, malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales. Pero lejos de recluirse en su casa para evitar la presión mediática, el duque ha optado por hacer una vida normal y seguir con su rutina diaria. Fiel a sus costumbres, Iñaki Urdangarín se levanta todos los días muy temprano y aprovecha para pasear a su perro y practicar una de sus actividades favoritas, el footing.

Otra de las actividades que se han convertido en parte de su rutina diaria son los encuentros con su abogado Mario Pascual Vives, que se enfrenta a uno de los casos más importantes de su carrera como letrado.

Además, acompaña a sus hijos al colegio y a las actividades extraescolares que Juan, Miguel, Pablo Nicolás e Irene realizan. El club de Tenis de Barcelona y las pistas de esquí de Baqueira se han convertido en los lugares más visitados por el marido de la Infanta Cristina.

Su familia se ha convertido en su pilar. Las visitas de su hermana Ana son constantes y su madre, Claire Liebaert, también viaja a menudo a la capital catalana para estar junto a su hijo.

En apenas dos semanas, Urdangarín tendrá que volver a presentarse ante el juez. Y desfilar de nuevo ante cientos de fotógrafos y periodistas en el exterior de los juzgados de Palma. Y, sobre todo, tendrá que volver a someterse al dictamen la opinión pública.