‘Txeroki’ lamenta el «daño» de ETA a las víctimas colaterales del conflicto
Francia sostiene que la banda terrorista tiene «aún capacidades operativas».
Uno de los etarras considerados de posiciones más duras, Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki , lamentó ayer en nombre de la organización terrorista «el daño causado» a las personas afectadas por sus acciones, pero sólo a los que «no tenían nada que ver» con lo que denominan el «conflicto vasco».
Aspiazu Rubina aprovechó la tribuna de la apertura del juicio ante el Tribunal de lo Criminal de París en el que va a ser juzgado durante cuatro semanas, junto a otros nueve presuntos etarras, para reafirmar la voluntad de ETA de negociar con las autoridades de España y Francia «las consecuencias del conflicto».
Dirigiéndose en concreto al Gobierno francés, reiteró su demanda para hablar de «las fórmulas y los plazos» de su desarme, del «desmantelamiento de sus estructuras armadas» con la desmovilización de sus miembros, el retorno de los presos al País Vasco y la «desmilitarización» con la «readecuación» de las fuerzas armadas allí.
Igualmente dijo que la banda acepta hablar «de las víctimas y de las personas que han sufrido daños por la confrontación», aunque a la hora de reconocer culpas limitó el alcance de las disculpas a los que «sin tener ninguna responsabilidad en este conflicto, sufrieron daños por la actividad de ETA».
Es más, en el texto leído en francés ‘Txeroki’ hizo hincapié en que en ocasiones habían tenido que tomar «decisiones desagradables» dados sus «medios populares» y el hecho de que luchan «contra dos Estados opresores», en alusión a España y Francia.
Desacuerdo
Sin embargo, los investigadores franceses no están convencidos de esa buena voluntad, como lo puso de manifiesto en la audiencia de la tarde el comandante de la Subdirección Antiterrorista (Sdat), Stéphane Durey, que destacó que la continuación de la actividad clandestina de ETA en Francia «está en contradicción» con las declaraciones y los comunicados de la organización terrorista en los dos últimos años.
«ETA dispone aún de capacidades operativas importantes», lo que se traduce en armas, material explosivo, documentos falsos o miles de placas para falsificar matrículas, señaló Durey, que poco antes había indicado que «en Francia ignoramos sus intenciones exactas en cuanto a sus objetivos». El oficial antiterrorista francés insistió en mostrarse «prudente» ante los pronunciamientos de la banda, en primer lugar porque el cese de la actividad armada «se limita al territorio español», pero no a Francia donde, aunque en menor cuantía, siguen en particular los robos de coches.