En Urdangarín se parará todo

La decisión ya está tomada. Cristina de Borbón no hará nunca el paseíllo a los juzgados de Palma salvo sorpresa mayúscula de última hora. El juez José Castro, la Fiscalía Anticorrupción y la acusación popular coinciden: sigue sin haber «indicios suficientes» para citar, no ya como imputada sino siquiera como testigo, a la hija menor del Rey. Sólo la aportación de «pruebas directas» a la causa, principalmente documentos, que demostraran la implicación de la infanta en la toma de decisiones en alguna institución o empresa del conglomerado Nóos provocaría la citación. Y el único que podría hacer una maniobra así sería Diego Torres, con una nueva hornada de correos.

Para el Ministerio Público, las acusaciones y el magistrado la situación de la infanta «en nada» ha cambiado tras escuchar en los últimos ocho días las declaraciones de los dos principales imputados de la denominada ‘pieza 25’, Iñaki Urdangarín y Diego Torres, y del único procesado que podría haber aportado alguna «luz incriminatoria» sobre el papel de Cristina de Borbón en este proceso, Carlos García Revenga, el secretario de las infantas y tesorero en Nóos.

Torres, a pesar de la insistencia de los interrogadores, en especial del propio Castro, fue incapaz de enumerar actuaciones concretas de la infanta al frente de Nóos, donde fue miembro de su junta directiva, según explican diversas fuentes del caso. El ex socio se limitó a insistir en que las cinco personas que estaban en ese órgano —Torres, Urdangarín, García Revenga, la mujer de Torres y Cristina de Borbón— tenían idéntico poder de decisión, pero sin aportar pruebas que desmientan que los que verdaderamente tomaban las decisiones eran los dos socios, con la ayuda en la gestión diaria de la esposa de Torres, Ana María Tejeiro, y el asesoramiento del secretario de las infantas.

Sus afirmaciones de que Urdangarín le refirió que la infanta estaba al tanto de todo y que incluso la hija de don Juan Carlos en una ocasión les acompañó a ver unos locales comerciales para Nóos «no sirven de nada», apuntan desde Anticorrupción. En la Fiscalía balear insisten en que su mera participación en la junta directiva de Noos y el hecho de que fuera copropietaria con Urdangarín de la inmobiliaria Aizoon, donde acabó buena parte de los fondos públicos desviados, no es «suficiente» para llamarla a declarar, por mucho que la hija del Rey cobrara dividendos periódicamente de la propia Aizoon.

No hay ni un papel

Las declaraciones de Urdangarín y García Revenga fueron, por su parte, «totalmente exculpatorias», insisten en los juzgados palmesanos. Aunque los dos imputados en muchos momentos no pudieron dar explicaciones sobre sus propios papeles en el entramado de Nóos, sí que dieron «argumentaciones convincentes, o cuanto menos creíbles», que apuntan a que la infanta no estaba integrada en la estructura societaria bajo investigación. Así las cosas, «sigue sin haber un solo papel que implique a Cristina de Borbón en todo el sumario», afirman sin ambages en Anticorrupción y responsables de las acusaciones populares. El único que podría aportar una prueba de ese calado —a la Fiscalía ya sólo le valdrían documentos— es Diego Torres, aunque solo él y su abogado, Manuel Gónzález Peeters, saben si hay más correos y si alguno de ellos señala directamente a la infanta. Castro y Anticorrupción tienen claro que únicamente citarán a la hija del Rey si apareciese un supuesto email escrito directamente por ella en el que se demostrara que hizo gestiones, trabajó o tomó decisiones en el entramado societario de Nóos o de alguna de sus sucesoras.

Descartada, salvo sorpresas en forma de nuevos correos electrónicos, la imputación de Cristina de Borbón, la citación del asesor de don Juan Carlos, José Manuel Romero, es lo más cerca de la Casa Real que llegaran Anticorrupción y el juez. Si no hay cambios de última hora, en los próximos días el conde de Fontao será llamado a declarar. La Fiscalía no ha decidido si lo hará como testigo o como imputado, que es lo más probable.