Cuatro millones para recuperar el pulso productivo
La compañía completa una renovación interna de equipos y estructuras.
En plena recta de la crisis, Laboratorios Ovejero se vio limitado por otra adversidad sobrevenida: adecuar sus sistema productivo a unas disposiciones de la agencia del medicamento para salvar deficiencias en la fabricación de estériles. Un inconveniente que impidió a la farmacéutica producir más de 130 referencias.
Después de más de un año de sucesivos contactos con los responsables de este organismo del control, de medidas correctoras y de inversión en medio y capital humano, Ovejero ha vuelto a posibilidades de máxima producción en unas instalaciones renovadas tras invertir cuatro millones de euros. Que no sólo significan variar o mejor una estructura productiva en la zona de estériles para la fabricación de productos inmunológicos o farmacológicos. «Hemos cambiado un concepto de trabajo, hemos modificado un sistema de producción, también el equipo humano que lo dirige», describe Juan Pablo Ovejero para determinar el coste que ha supuesto para la empresa regresar a niveles de actividad febril tras superar con éxito medidas correctoras que permiten a la agencia certificar con máxima calificación la calidad del producto que se elabora en las instalaciones de Ovejero, una moderna factoría asentada sobre más de ocho mil metro cuadrados en la carretera de Vilecha, al sur de la capital leonesa.
Ovejero recupera el pulso productivo en medio de una crisis económica que sin embargo no lastra las perspectivas de facturación de la compañía a lo largo de este año, necesarias para salvar los daños colaterales derivados de la acción extraordinaria para devolver al mercado las ciento treinta referencias atrapadas por las normas de la agencia del medicamento. En Ovejero se aplica un expediente de regulación que afecta a toda la plantilla con una limitación del 20% del empleo, que llega a la totalidad de la plantilla y a una reducción por el mismo porcentaje del sueldo de los directivos. El final del paréntesis productivo, certificado hace apenas dos semanas, se aprecia en la cadena de envasado de producto de ovejero, que en los últimos días corre repleta de envases hacia el empaquetado y el hangar de carga con destino al mercado. Al área internacional, principalmente, que alimenta la opción expansiva del laboratorio leonés.
«Tenemos previsto facturar 23 millones de euros a lo largo de este año, pero dependerá sin duda de como evolucionen las ventas y el desarrollo de nuevos destinos que hemos abordado», reflexiona Juan Pablo Ovejero. La empresa confía que en los próximos meses quede liberada de otros lastres que no fueron el mercado.