Sánchez-Camacho cambia su escolta porque no se fía de los Mossos
La decisión de la líder del PP catalán solivianta al resto de los partidos políticos.
La presidenta del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, ha decidido renunciar a la escolta que hasta ahora le prestaban los Mossos d’Esquadra y ha solicitado que sea la Policía Nacional la que se haga a partir de ahora cargo de su seguridad.
En una carta enviada al consejero de Interior de la Generalitat, Ramón Espadaler, la dirigente popular hizo oficial su rechazo al servicio de protección que le venían prestando los Mossos. Lo hace, asegura en la misiva, después de conocer las informaciones periodísticas que señalan que el coche oficial del director general de la policía catalana, Manel Prat, fue detectado el pasado 18 de febrero en la puerta de Método 3 horas antes de que fuera detenido el responsable de la agencia bajo la acusación de haber llevado a cabo numerosos espionajes políticos.
Esta empresa de detectives es la que supuestamente espió a la presidenta del PP catalán durante una comida que mantuvo con la ex pareja de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, en la que ésta le habría desvelado presuntos delitos de índole económica cometidos por el hijo del expresidente de la Generalitat.
«Conocidos los graves hechos que se publican respecto al director general de los Mossos quiero comunicarle mi renuncia a la escolta de los Mossos», expone Sánchez-Camacho. En cualquier caso, resalta que siente una «profunda estimación y reconocimiento» por este cuerpo a lo que añade su agradecimiento personal a los profesionales que han prestado servicio en su seguridad durante los últimos años.
Mejor la Policía Nacional
La líder popular en Cataluña solicitará ahora la protección de la Policía Nacional por su condición de senadora y presidenta del Comité Electoral del PP, cargos que, según ella, hacen necesario un servicio de escolta en toda España que, por otra parte, le ha sido denegado en numerosas ocasiones, apunta.
Tras darse a conocer la renuncia, el consejero de Interior criticó el «uso político» que Sánchez-Camacho pretende hacer de los Mossos. Para Espadaler, «mezclar seguridad con política no es una cosa apropiada» por lo que según aseguró la Generalitat no va a añadir más leña al fuego.
El consejero aseguró además que no es cierto que el coche del director general de los Mossos estuviese el día señalado junto a la agencia de detectives.
Su antecesor en el cargo, Felip Puig, tachó la decisión de «grave irresponsabilidad» que tiene como único objetivo «el tensar las relaciones entre los distintos cuerpos de seguridad».
El primer secretario del PSC, Pere Navarro, consideró a su vez que la presidenta del PP catalán hace uso de un «discurso separatista» y valoró que «poner en duda la tarea y profesionalidad policial no es una buena práctica para una responsable política».
Desde ERC su portavoz en el Parlamento autonómico, Oriol Amoròs, acusó a Sánchez-Camacho de «deslealtad institucional, no propia de un partido de gobierno».