Villarrubia, increpado al grito de «caciques» y «mentirosos», se desvincula del nuevo regidor

Julio Villarrubia, el secretario general del PSOE de Castilla y León, tuvo que tragar ayer saliva en Ponferrada. Se plantó en la ciudad a la defensiva, diciendo que venía «a dar la cara» de parte de Pérez Rubalcaba y a desautorizar y distanciarse por completo del nuevo alcalde Samuel Folgueral y sus siete concejales, los mismos que engrosaron la candidatura del PSOE en las pasadas elecciones.

Villarrubia, en el momento en el que estaba dando explicaciones a los periodistas en la sede de la UGT ponferradina, fue increpado por varios militantes del PSOE, que participaban en el congreso comarcal. Uno de ellos, de Ponferrada, que quiso identificarse dando su nombre —José Alfredo Sobrado— gritó a la cara de Villarrubia «caciques» y «mentirosos».

También se escucharon frases a gritos de una mujer: «¡Vais a tener una semana de carnés del PSOE encima de la mesa, estamos cansados de que nos utilicen, mentirosos!». También le dijeron en voz alta a Villarrubia que «¡El pacto lo conocíais todos; esto es una vergüenza, Rubalcaba es el que se tiene que ir!». Y ante la petición de calma solicitada, la respuesta fue más acalorada: «¡Aquí no hay calma que valga, hay que tener ética!».

Villarrubia manifestó a los periodistas que con el paso dado por Folgueral y sus concejales, a partir de ese momento «los socialistas, ni apoyamos, ni avalamos, ni contamos para nada con este grupo de gobierno, para que no haya dudas». El secretario autómico del PSOE, a modo de justificación, aseguró que dice «la verdad» cuando sostiene que no participó, «ni en la negociación, ni en la elaboración» de la moción de censura con Ismael Álvarez.

También quiso dejar claro Villarrubia que el hecho de que ahora Folgueral deje el PSOE y siga de alcalde, «no es ninguna maniobra para engañar a nadie y quedarse el PSOE con el Ayuntamiento». «Esta Alcaldía no nos pertenece, ni nos corresponde», zanjó, al tiempo que sí admitía —en sintonía con Rubalcaba— que sí que cometieron un error. «¡Vamos a ver si aprendemos con esto!», exclamó Villarrubia.