Samuel Folgueral se va del PSOE con sus concejales y ridiculiza a Rubalcaba

Samuel Folgueral ha decidido ridiculizar a Rubalcaba y seguir al frente de la Alcaldía de Ponferrada. Lo hará fuera del PSOE, con el apoyo de sus siete concejales y los de Ismael Álvarez (IAP), que el pasado viernes votaron a favor de la moción de censura que sacó de la alcaldía a Carlos López Riesco, situando al PP en la oposición.

Folgueral ha optado por dejar por completo el partido y, con su decisión y el apoyo que ha recibido de los más cercanos, desautoriza y pone aún más contra las cuerdas al secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, al que deja en evidencia en su escasa autoridad política. Folgueral no hizo caso a ninguna de las tres veces que el actual líder del PSOE le pidió que dejara de ser alcalde, y eso que es un regidor recién llegado al cargo y con poco peso orgánico, comparado con la federal del partido.

Folgueral explicaba ayer que dejaba el PSOE «con una enorme tristeza», puesto que, después de todo lo sucedido en las últimas 48 horas, no ha podido ni tan siquiera hablar por teléfono con Pérez Rubalcaba. «No he podido conversar con él de ninguna manera», explicitó, al tiempo que confesaba que se enteró «por los medios» de sus dos alternativas: «O dimitía como alcalde o dejaba esta maravillosa organización política».

Visto lo visto, Folgueral aseveró que, «siguiendo una de las instrucciones de Rubalcaba», apostó con sus siete concejales y el respaldo de IAP por «trabajar por los vecinos de Ponferrada», en vez de medrar en el partido. Según sus palabras: «En vez de las posibilidades de recorrido dentro del PSOE».

«Yo soy el alcalde de Ponferrada», dejó bien claro ayer Folgueral, al tiempo que adelantaba que ya ha mantenido los primeros contactos con los jefes de la policía y los bomberos y hoy lunes se ocupará del resto de la intendencia. El nuevo alcalde quiere que a nadie le quepa duda de que él antepone «el trabajo por los ciudadanos y otros anteponen los intereses internos del PSOE». Un dardo que iba claramente dirigido, además de a Rubalcaba, a otros dirigentes socialistas como Óscar López, de la federal, o Julio Villarrubia, de la autonómica.

El nuevo alcalde de Ponferrada dijo que no entendía que, «con todos los apoyos del PSOE, se preparase el circo de estos dos últimos días», puesto que sostiene que la firma de la moción de censura con Ismael Álvarez «se conocía y estaba comunicada» a la dirección del partido. Por eso, Folgueral considera que ha hecho lo que tenía que hacer, apostar por Ponferrada y sus ciudadanos, por entender que cuenta con «el apoyo unánime, caluroso y directo de Ponferrada y la comarca».

Preguntado por quién tenía la culpa de todo el descontrol puesto de manifiesto en la cúpula del PSOE, el nuevo alcalde de Ponferrada no quiso señalar directamente a nadie, aunque dejó bien claro su enfado con Rubalcaba y Óscar López por echar mano de un tema tan delicado como era el acoso sexual. «Se ha frivolizado en el mensaje, juegan partidas en otro sitio (a nivel nacional) y se ha escogido Ponferrada como escenario».

Folgueral también explicó que lo de renunciar a la Alcaldía y volver a retomar el mando una vez que tomase posesión de la concejalía el sustituto de Ismael Álvarez, Sergio Gallardo, «era una solución compleja y genera una imagen nefasta ante la ciudadanía». Y añadió: «Nosotros hicimos el trabajo bien hecho, nos dirigimos al PSOE, y ahora, a toro pasado, no podemos dar sensación de falta de poder y vacío, porque vamos a trabajar por los ciudadanos». También recordó que «Ismael permitió la investidura de Riesco y en el PP nadie dijo nada durante 18 meses». Sobre Chacón, Folgueral adjetivó: «Insoportable, le falta algún dato» y vino a decir que han sido utilizados.