El caso Bárcenas sigue siendo una bomba de relojería
Una propuesta muy ambiciosa, la de los cambios ante las europeas, a la que algunos barones populares ven puntos débiles. Temen que la oposición pueda aprovechar la presencia, de una manera u otra, de Mato en el desarrollo judicial del caso Gürtel para atacar el fondo de este gran pacto anticorrupción. A esto hay que añadir que el caso Bárcenas, y las posibles repercusiones judiciales de la presunta contabilidad B que el ex tesorero manejó durante más de una década, sigue siendo una bomba de relojería cuyo alcance nadie se atreve a vaticinar en la calle Génova.
Por todo ello, la opción de incluir a Mato en la lista de las elecciones europeas, ya fue parlamentaria en Estrasburgo en el 2004, podría ser «la mejor salida» para todas las partes. «Rajoy sigue mostrando que confía en ella y le aparta momentáneamente de la primera trinchera», expone otro miembro de la cúpula popular.
Lo que sí parece poco probable es que la titular de Sanidad sea el número uno. Incluirla como cabeza de cartel, lejos de quitarle presión, la expondría durante varios meses a toda suerte de críticas y reproches electorales y, no sólo por parte de los rivales del PP. De hecho, Rajoy deberá afrontar la convulsión interna, a priori menos espinosa, que puede provocar la no renovación en ese puesto del histórico Mayor Oreja. Lleva años enfrentado en público y en privado con los actuales dirigentes del PP vasco y también discrepa con la política antiterrorista del Ejecutivo. El preferido de Rajoy para este puesto es el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que también abandonaría el Gobierno. Sería sólo un primer paso porque el anhelo de Rajoy es que Cañete se convirtiera en comisario europeo cuando Almunia concluya su mandato.