La jueza de los niños secuestrados y la némesis de Pinochet
La causa abierta en Argentina contra los crímenes del franquismo tiene más nombres propios que los de los propios acusados. La jueza que instruye la querella es María Romilda Servini de Cubría (Buenos Aires, 1937), popular en su país, entre otros asuntos, por encargarse de varios casos de apropiación de niños y por ser la primera jueza en restituir a los menores a la familia de los desaparecidos. También es conocida porque en el 2008 pidió el bloqueo de acceso a cualquier información e imágenes suyas que aprecen en los buscadores de Internet. Su recurso fue desestimado.
Por su parte, el abogado principal de los querellantes es Carlos Slepoy Prada, letrado argentino secuestrado y torturado durante el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón (1974). Es conocido en la escena internacional por su reconocida acción legal por juzgar a genocidas y criminales en serie como el dictador chileno Augusto Pinochet, que gracias a la labor de Carlos Slepoy y al juez Baltasar Garzón fue detenido en 1998 durante un viaje al Reino Unido para una intervención médica, aunque finalmente no fue juzgado.