El Gobierno pone reparos a publicar el patrimonio personal del Monarca
La Mesa del Congreso rechaza varias preguntas sobre la Corona y las cuentas suizas.
No dice abiertamente que no, pero el Gobierno ve con reticencias la idea de obligar al Rey y a la Familia Real a hacer público su patrimonio personal, como exigen el PSOE y la mayoría de los grupos parlamentarios del Congreso al calor de la futura Ley de Transparencia. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, defendió ayer que no todo vale con el argumento de acabar con la opacidad.
«Hay que tener también un criterio racional y de respeto a aquello que, no teniendo nada que ver con lo público, pudiese significar una intromisión dentro de la propia vida privada», dijo. El ministro eludió ir más allá y tampoco quiso arriesgar una respuesta concreta Alfonso Alonso, en la Cámara Baja.
El portavoz parlamentario del PP aseguró estar abierto a debatir cualquier propuesta «bienintencionada» que se le plantee, pero acto seguido arremetió contra los socialistas por subirse a un carro del que, hasta hace poco, solo tiraban formaciones como Izquierda Unida, ERC o UPyD. «Le pido que no utilice a la Corona para arreglar sus debates internos», dijo.
El dirigente popular vinculó así la actual posición del partido que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba no con el deterioro de la imagen de la Monarquía, o con el impacto concreto que haya podido tener en la opinión pública la imputación de la infanta Cristina, sino con un intento de acallar voces incómodas como la de las Juventudes Socialistas, que defiende «con más fuerza que nunca» la III República, o la del líder del PSC, empeñado en que ha llegado el momento de que el Rey abdique. «Nosotros —ironizó— no tenemos ese problema».
Los populares creen que es su obligación actuar con la máxima prudencia. De hecho, hasta que la Casa Real no hizo público que había solicitado su incorporación a la futura Ley de Transparencia, el pasado viernes, el Ejecutivo no reconoció que estaba trabajando en ello. Y ahora elude pillarse los dedos con una negativa rotunda a la posibilidad de que el Monarca tenga que hacer declaración de bienes, en previsión de que los acontecimientos empujen a la Casa del Rey a dar un paso hoy por hoy poco probable.
«La Corona ha demostrado flexibilidad. Creo que todo lo que estamos viendo en estos tiempos demuestra que no hay una exigencia frente a la cual esté respondiendo, sino que muchas veces se anticipa, como ha pasado con la Ley de Transparencia», planteó Ruiz Gallardón.
Es un modo de verlo, porque lo cierto es que, pese a la insistencia de las fuerzas de la oposición, la Casa del Rey no dio un paso al frente en este sentido hasta la semana pasada, dos días después de que el juez José Castro emitiera su auto de imputación y cinco días después de que El Mundo publicara una información sobre la herencia que don Juan dejó al Monarca en una cuenta suiza.
En toco caso, el ministro de Justicia alegó que en una democracia «no existe ningún espacio que esté ajeno ni al debate político por un lado, ni por otro lado a la acción de poderes del Estado». Lo que no quita para que la Mesa del Congreso rechazara la admisión a trámite del grueso de las preguntas planteadas por los grupos sobre asuntos relacionados con la Corona o las supuestas cuentas suizas del Rey, en concreto, las que pedían saber si han sido declaradas a Hacienda.