Los socialistas gallegos cantan victoria tras la cesión del PSOE

«Orgulloso del ser el primero». El secretario general del PSdG, Pachi Vázquez, sacó pecho tras consumar su desafío a la dirección federal del PSOE con las primarias y transformar la oposición inicial en un sí a que todo es negociable.

Con las conversaciones con la dirección todavía en marcha y a falta de cerrar muchos flecos para pactar la fórmula que regulará el proceso, Vázquez ya advirtió que no esperará «en ningún caso» a que la dirección federal del PSOE modifique sus estatutos para regular las primarias que permitirán a la militancia gallega elegir directamente a su líder.

El firme pulso que Vázquez echó a Alfredo Pérez Rubalcaba por las primarias, insistió siempre en que no cejaría en su empeño de realizar una consulta pura, ha caído del lado gallego en el primer asalto y abre la puerta a un cambio sustancial en la forma de designar a los dirigentes de la formación socialista que, en el futuro, serán elegidos por sus bases y no en congresos.

«Estamos muy cerca de que esto se haga de acuerdo con la ejecutiva federal», dijo Vázquez para destensar la cuerda y acercar posturas. El PSdeG y la dirección socialista en Madrid buscan ahora la «fórmula» que «dé solvencia y garantías» para que «Galicia sea la primera» en «recorrer un camino de transparencia y participación de la militancia».

Con los plazos muy ajustados entre la fecha prevista para la consulta, el 1 de junio, y el congreso del PSdG, el 6 julio, las primarias en Galicia tendrán «carácter excepcional», significó Vázquez, que todavía no ha despejado la incógnita de si volverá a presentarse.

Fue reelegido secretario general en marzo del 2012 y por los pelos. Le sacó 33 votos a su rival, la ex ministra Elena Espinosa, que irrumpió apadrinada por José Blanco y ha desaparecido de la escena política galaica.