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CERCO AL FRAUDE EN LOS SEGUROS. LESIONES Y TIMOS PARA COBRAR INDEMNIZACIONES

Más de 1.300 leoneses fingieron siniestros para estafar a las aseguradoras en el 2012

Los intentos de fraude en accidentes se han duplicado en la provincia desde el inicio de la crisis.

Más de la mitad de los fraudes detectados en León tienen que ver con los seguros de los automóviles.

León

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Los casos que más aumentan son los de pequeñas cuantías, pero los intentos de grandes fraudes no dejan de sorprender a los expertos. Hasta a amputarse una mano llegó un hombre el año pasado (el caso no se dio en León), o un brazo por debajo del codo en el 2011 otro, para cobrar una millonaria indemnización de las compañías con las que habían suscrito seguros fingiendo que la lesión se había producido en un accidente de tráfico. Casos tan sorprendentes como a veces difíciles de detectar, que han llevado a Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (Icea) a convocar un concurso de detección del fraude entre las compañías.

Sin llegar a estos extremos, los intentos de estafar a las aseguradoras crecen sin parar. Sólo en León, las compañías lograron destapar las argucias de 1.329 leoneses que intentaron cobrar indemnizaciones por siniestros que no habían sufrido, o incrementaron los daños para elevar sus percepciones. El último Informe sobre el Fraude en el Seguro Español 2012 constata que desde el inicio de la crisis los casos de fraude en la provincia se han duplicado. En parte porque la crisis parece agudizar el ingenio de los defraudadores, y con no menos trascendencia porque las aseguradoras invierten cada vez más en desarrollar sus mecanismos de investigación para detectar a quienes mienten.

Incremento

En el 2006 la patronal del sector asegurador, Unespa, detectó en la provincia de León 706 intentos de fraude. La cifra se fue incrementando hasta dar un salto cualitativo en el 2010: los expertos pillaron a 1.238 ciudadanos dispuestos a cobrar más de lo que les correspondía. Desde entonces la cifra ha seguido creciendo, aunque el año pasado más o menos se mantuvo: hubo 1.317 casos en el 2011 y 1.329 en el 2012.

En todo el país las gestoras encargadas de detectar estos fraudes localizaron 146.792 intentos de estafa, un 12% más que el año anterior. Los fraudes de pequeña cuantía crecieron un 20%; y la cuantía del fraude total que pretendían ejecutar los estafadores sumó 411 millones de euros.

En el caso de la provincia de León, que sigue la tónica general, el mayor volumen de intentos de estafa se da en los siniestros relacionados con los seguros de los automóviles. Fueron en total 892 de los 1.329 destapados el año pasado. La cifra se ha reducido con respecto a la del año pasado, cuando fueron 903 los fraudes localizados en los accidentes y siniestros de tráfico.

En los seguros de vida, accidentes y salud se destaparon 53 intentos de estafa.

León es la segunda provincia de la Comunidad con más estafadores pillados por las aseguradoras, por detrás de Valladolid, que registró el año pasado 1.552 casos. El resto de las provincias no alcanzan el millar de casos, y Soria es la provincia con menos incidencias, con 222 fraudes detectados.

La patronal de las aseguradoras destaca que son en los seguros de automóviles y en los seguros personales en los que se detecta un mayor volumen de fraudes. Los intentos de estafa más frecuentes tienen que ver con «la ocultación del daño o preexistencia del mismo», así como intentar asegurar un vehículos después de haber tenido un accidente.

En los seguros multirriesgo un tercio de los intentos de fraude se detectaron sobre siniestros que eran simulados.

Los profesionales destacan un incremento del número de fraudes no profesionales, especialmente aquellos en los que se finge un robo o se intenta cobrar por un incendio pretendidamente fortuito en un negocio.

Las aseguradoras recuerdan, no obstante, que sigue habiendo redes delictivas organizadas que se dedican a estafar simulando siniestros, especialmente los relacionados con los accidentes de circulación.

En este ámbito, los 107.790 casos detectados a nivel nacional permitieron a las compañías «ahorrarse» el año pasado casi 259 millones de euros. La mayor parte de ellos se reclamaron por daños personales.