Diario de León

Rajoy enfría la posibilidad de un pacto de Estado para sacar a España de la crisis

El PSOE reclama una mesa de diálogo entre partidos políticos y agentes sociales.

Mariano Rajoy, ayer, en la Asamblea Anual del Instituto de Empresa Familiar.

Mariano Rajoy, ayer, en la Asamblea Anual del Instituto de Empresa Familiar.

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montilla / de las heras | (colpisa) madrid

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Mariano Rajoy, parapetado tras la mayoría parlamentaria del PP, no está dispuesto a hacer grandes concesiones en materia de política económica. El presidente del Gobierno defendió ayer que él mantiene la «mano tendida» al PSOE para alcanzar un pacto de Estado que permita sacar a España de la crisis, pero auguró pocas posibilidades de cerrar cualquier negociación con Alfredo Pérez Rubalcaba, al que juzgó incapaz de asumir medidas impopulares.

Rajoy, que participó en la asamblea anual del Instituto de la Empresa Familiar, comprobó que parte de la patronal también reclama la necesidad de sellar un pacto de Estado que sirva como impulso para lograr el acuciante objetivo de crear empleo en España. El jefe del Ejecutivo dejó la pelota en el tejado de su adversario. «No nos ha aprobado ninguna reforma estructural, al contrario, nos están pidiendo que las cambiemos», afeó Rajoy a los socialistas, a los que emplazó a dar un primer paso para demostrar su sincera voluntad de llegar a acuerdos. «Vamos a ver si es posible que haya un acuerdo para la sostenibilidad del sistema de pensiones», indicó.

Rajoy, en cualquier caso, dejó poco margen para la negociación. No piensa variar de política económica ni cambiar a ninguno de sus ministros económicos. Es más, advirtió a los grupos de la oposición de que «el Gobierno no va a abdicar de su responsabilidad», es decir, que mantendrá el mismo rumbo que hasta ahora.

Reproche socialista

El planteamiento, que no es ni mucho menos nuevo, provocó un agrio reproche del principal cargo institucional del PSOE, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, durante un desayuno informativo del Forum Europa celebrado en Madrid. «El Gobierno lo que pretende es que hagamos contratos de adhesión», dijo. «Yo lo que propongo es una mesa de diálogo de partidos políticos y de agentes sociales; ni siquiera estoy hablando de llegar necesariamente a acuerdos, hablo de diálogo», insistió.

Griñán es el dirigente del primer partido de la oposición que más hincapié ha hecho, desde el inicio de la legislatura, en la necesidad de alcanzar pactos como los que permitieron apuntalar la transición democrática y sacar a España de una situación grave acentuada por una «economía arcaica». Y ayer, apenas tres días después de que el Ejecutivo diera por perdida la batalla contra el paro en lo que queda de legislatura volvió a la carga. «Lejos de dejar que los mercados y el tiempo resolvieran por sí mismos la crisis -subrayó en alusión a la actitud de Rajoy- entonces se tomaron decisiones y se puso en marcha un modelo que funcionó como un tiro hasta mediados de los noventa: fue el periodo en el que más se redujeron las desigualdades, en el que el proyecto europeo fue más ilusionante y en el que más se confió en la política». Alfredo Pérez Rubalcaba, que durante el 2012 se enfrentó a las críticas de su propio partido por buscar pactos de Estado con el Gobierno, se limita ahora a dos cuestiones prioritarias: un acuerdo por el empleo y un plan contra la pobreza. «Rajoy habla de paciencia y yo le pido urgencia para cambiar la política económica», subrayó

Rajoy, más pendiente de dar la batalla en Bruselas, mantuvo ante los responsables de las principales empresas familiares de España su papel más institucional. «Ya me gustaría a mí que hubiera un acuerdo, pero también soy consciente de que la mayor responsabilidad en este momento la tiene el Gobierno de España, que es el que tiene que asumir el coste, y lo asumimos», zanjó.

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