«¡Todo es moda, aprovecharos, la locura total, cariños!»

Las zapatillas de tela de la señora María extienden sus colores al sol, y la señora María en su silla de camping también aguanta estoicamente ‘la calor’. Y lo que caiga. No se inmuta, a veces parece que ni se mueve. Pero si unos ojos que pasan se dirigen a su puesto, reacciona y sorprende: «¡Todo es moda, niña, aprovechaos, la locura total, cariños!».

María Lobato Ramírez nació en Madrid pero lleva tanto en León como su tenderete. Porque «nace una sabiendo vender». Va de plaza en plaza, de mercado en rastro. Es asidua ambulante de La Bañeza, Boñar, Cistierna, Valencia de Don Juan, Benavides… y lo que se tercie. Los 3 euros son su precio, para casi todo. Pero hay días duros duros que echa cuentas «y no me sale ni para pagar los 10 euros que me cuesta ponerme aquí», contando «con la gasolina, el material y lo demás».

A su lado, la ‘vecina’ de puesto lanza sus consignas con desparpajo: «¡Veeeenga, que necesito el dinero, que eso de ser pobre no va conmigo». «¿Es importante gritar, no?», le pregunta el periodista a María. «¡Quita! A veces ni ganas quedan, pero qué le vas a hacer, hay que seguir, el domingo siguiente, y el otro, y los que sean». No para ser ricos, claro, sino para llevar «qué te digo yo, a veces 20 euros» a casa. Lo dice mientras se vuelve a sentar, echa una sonrisa sincera de despedida al fotógrafo, y regresa a su estado original. Quieta, pero a la que salta.