Ponferrada espera un gasto medio de 75 euros por persona
Cada ponferradino se gastará este año en las rebajas de verano entre 70 y 75 euros, diez menos que el año pasado. Son las estimaciones que difundió ayer la asociación La Cebra después de realizar un sondeo entre el comercio local, donde la liberlización de las rebajas ha hecho que algunos negocios haya adelantado hasta nueve días el arranque del periodo estival de ofertas.
Las previsiones del gasto para este año contrastan con los 132 euros por persona que La Cebra contabilizó en el año 2006, cuando la crisis económica aún estaba lejos de estallar. «La situación es tremendamente complicada porque la crisis ha reducido el gasto en rebajas prácticamente a la mitad», explicaba ayer el gerente de La Cebra, Jorge Vargas.
El recorte medio de precios en los comercios que han adelantado sus ofertas oscila entre el 20 y el 30 por ciento, según el sondeo de la asociación, aunque algún locale céntrico como la franquicia de Pilar Prieto, en rebajas desde el pasado 21 de junio, ya tenía colgado ayer en su escaparte de la calle Camino de Santiago el cartel de «Hasta el 50 por ciento». La franquicia, una de las primeras tiendas en poner su colección de verano a precios de oferta, no ha notado estos días una afluencia significativamente mayor de clientes. Y lo mismo está sucediendo en otros negocios. La explicación es sencilla, según los dependientes consultados. Muchos de los compradores, despistados con la liberalización de los periodos de rebajas, todavía no se han dado cuenta de que las prendas de vestir ya se nuestran en los escaparates a un precio menor que en temporada y esperan, como otros años, al 1 de julio para acercarse hasta los establecimientos a curiosear.
Con la asociación La Cebra a la espera de recibir la respuesta del Ayuntamiento a sus propuestas para revitalizar las ventas en el centro de la ciudad —entre las que destaca el estacionamiento gratuito para los clientes en la zona azul durante las tardes de los viernes y las mañanas de los sábados— los comerciantes no son demasiado optimistas. «Pensábamos que habíamos tocado suelo en el año 2011, pero el 2012 ha sido tremendamente negativo y las ventas cayeron un siete por ciento», afirma Jorge Vargas.
La Cebra cree que la caída de ventas obedece al desempleo galopante que sufre el Bierzo, pero también al impacto psicológico que ha tenido en el comprador la última subida del IVA. «Por lo general, el comercio no ha repercutido sobre el cliente la subida del impuesto y lo ha asumido recortando sus márgenes, pero el comprador no se ha dado cuenta», afirmó. Y reconoció que las malas previsiones se han cumplido. «Decían que el primer semestre iba a ser terrorífico y lo está siendo».