Mas pone como ejemplo a Croacia para adherirse a la UE
El presidente catalán defiende una ampliación europea de dos tipos .
El presidente catalán, Artur Mas.
La Cataluña política observó ayer con cierta envidia la entrada de Croacia en la Unión Europea como vigésimo octavo socio europeo. Y por momentos, el espejo croata aumentó el anhelo de los que creen que una Cataluña independiente podrá ser algún día otro estado de la Unión. Entre ellos el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que aprovechó el ejemplo del país balcánico para reivindicar un estado catalán dentro de la UE.
Primero en un mensaje institucional escrito, en el que dio la «bienvenida» a los croatas a la gran familia europea, y más tarde en un acto en la sede de las instituciones europeas en Barcelona, con el embajador croata en España, Mas abogó por modificar las fronteras de la UE no solo con nuevos estados, sino también a partir de los ya existentes. «Cataluña, comprometida desde siempre con una Europa más integrada política y económicamente, es partidaria de la ampliación de las fronteras de la Unión, también hacia las naciones más pequeñas», expresó.
Desde el Gobierno catalán defienden una ampliación europea de dos tipos. Por un lado, la que implica ensanchar los límites geográficos a nuevos socios estatales, como los que ya han llamado a la puerta, Turquía o Serbia. Y por otro, acometer una ampliación interna, en la que naciones o regiones que hoy no son estado, Cataluña, Baviera, Sajonia, Lombardía, pudieran constituirse como miembros de pleno derecho en unos Estados Unidos de Europa, en los que Mas sueña con que Cataluña fuera, por ejemplo, como Dinamarca. A su juicio, la adhesión de un nuevo país como Croacia «no es un tema de estados grandes o pequeños», sino de la «voluntad de querer ser». «Y esto, dijo este lunes, poco o mucho, es aplicable a Cataluña».
Fuera de la UE
El posible encaje de una Cataluña independiente en la UE, en cualquier caso, se antoja hoy por hoy complicado. No hay precedentes y, en principio, Cataluña quedaría fuera de la UE, como han expresado en alguna ocasión comisarios europeos como Viviane Reding o Joaquín Almunia. Mas, que en su día reconoció que las autoridades comunitarias ven la posible independencia catalana con una «cierta preocupación» y que Cataluña cuenta a día de hoy con pocos aliados en la UE -a los croatas les pidió ayuda para el futuro-, también ha expresado varias veces que más importante que llegar a ser un estado independiente es que los catalanes puedan ejercer el derecho a decidir su futuro.
La consulta es su gran apuesta de la legislatura y este lunes volvió a reivindicarla. «Cataluña reclama el derecho a decidir, igual que muchos otros pueblos del conjunto de la UE», dijo. Mucho más directo fue el consejero de la Presidencia, Francesc Homs: «El Gobierno español o la política española pueden vivir una temporada de espaldas a lo que pide Cataluña, pero no indefinidamente».
Dos días después de que 90.000 personas reclamaran un referéndum en un Camp Nou lleno hasta la bandera, el Ejecutivo catalán, CiU y ERC reiteraron su compromiso inequívoco con la consulta y afirmaron que su apuesta no tiene marcha atrás. El concierto, que costó unos dos millones y que no contó con aportaciones públicas, según los organizadores, sirvió, a la vista de las declaraciones posteriores, para reforzar 2014 como fecha para la celebración del referéndum, tal y como coincidieron en señalar tanto Esquerra como la federación nacionalista.