El PP contiene la respiración ante la nueva declaración hoy de Bárcenas
. . El ex tesorero comparece ante el juez Ruz. De lo que diga depende una investigación por financiación ilegal.
En los despachos de Génova 13 repiten como un mantra que el caso de los papeles de Bárcenas sólo incumbe a Luis Bárcenas y a su fortuna oculta y que todo eso nada tiene que ver con el partido. Pero hoy en la Audiencia Nacional nadie preguntará al ex tesorero por los 48,2 millones de euros que llegó a amasar en Suiza. El ex tesorero está citado en la pieza separada sobre los asientos contables y exclusivamente se le ha llamado para que confirme o desmienta las declaraciones que El Mundo le atribuye y en las que confesó, por primera vez, que durante 20 años el PP se financió de forma irregular, que se aceptaban comisiones de empresarios a cambio de adjudicaciones y que en el partido era práctica habitual la distribución de sobresueldos entre sus altos dirigentes, incluido Mariano Rajoy, financiados con esas entrega de dinero negro por parte de constructores.
El PP contiene la respiración. La estrategia de la persona que durante dos décadas controló sus cuentas es una incógnita para todos en el partido. La filtración de los SMS con Rajoy harían pensar que Bárcenas parece dispuesto a tirar de la manta en la que será su décima declaración en sede judicial desde que estallara el caso Gürtel. Que no se acogerá a su derecho a no declarar, como hizo el 22 de marzo.
Su nuevo abogado, Javier Gómez de Liaño, le ha recomendado hablar y contar la «verdad» al juez y al fiscal. Pero también le ha instado a dejar las maniobras espurias y las amenazas extraprocesales horas antes de que vieran la luz sus mensajes con el presidente del Gobierno.
Con estas premisas, las consecuencias jurídicas y, sobre todo, las políticas del interrogatorio de Bárcenas son imprevisibles si el imputado se decide a hablar.
Todas las fuentes judiciales, fiscales y políticas consultadas coinciden: el alcance de la declaración de Bárcenas de hoy dependerá de si éste se limita a confirmar las acusaciones vertidas durante la últimas semana a través de los medios de información contra el PP y sus responsables o da un paso más y comienza a aportar documentación u otros indicios complementarios que avalen esas graves imputaciones.
No se trata de que Bárcenas reconozca por primera vez en sede judicial que los papeles sobre la contabilidad B del partido salieron de su puño y letra, sino de que aporte pruebas que corroboren que esas anotaciones sobre comisiones y entregas de sobresueldos corresponden a la realidad. Nuevas revelaciones, sobre todo documentales, podrían acabar con la aparente tranquilidad deel segundo mantra al que el PP se agarra como un clavo ardiendo: que no se investiga al PP.
Hasta ahora la financiación irregular del partido no es objeto de investigación, pero ya nadie en la Audiencia Nacional descarta que lo pueda llegar a ser si los libros de Bárcenas se ven refrendados por otros documentos o indicios.