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«Lo que haga Bárcenas nos preocupa cero»

Publicado por
Ramón Gorriarán | madrid
León

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El Gobierno, dentro de la sorpresa por la difusión del intercambio de mensajes entre Mariano Rajoy y Luis Bárcenas, hizo una lectura favorable a sus intereses: que el cruce epistolar pone de manifiesto que el jefe del Ejecutivo nunca cedió a las demandas del ex tesorero. Se limitó a darle largas con buenas palabras, comentan desde el palacio de La Moncloa.

Pero también sacan otra conclusión de los SMS: el ex tesorero rumiaba desde muy atrás, al menos desde el 2011, su estrategia de defensa por si ingresaba en prisión.

El primero de los mensajes difundidos data del 23 de mayo de ese año, el día de la victoria del PP en las elecciones autonómicas y municipales y es una felicitación de la maragata Rosalía Iglesias, la esposa del ex tesorero, al presidente del Gobierno a la que Rajoy responde con un agradecimiento y el comentario de que «la vida es resistir y que alguien te ayude». El segundo es del 1 de septiembre de ese año con la enhorabuena de Rajoy al matrimonio por el archivo de la causa Gürtel, en la que ambos estaban imputados. «Esperemos que todo se confirme», comenta el todavía líder de la oposición.

El ex tesorero tuvo el cuidado de poner a buen recaudo el cruce de mensajes entre, al menos, mayo de 2011 y marzo de 2013, y es improbable que fuera por motivos sentimentales. Más bien todo parece indicar que acumulaba material defensivo para cuando fuera necesario. Ese momento, al parecer, llegó con el ingreso en la prisión de Soto del Real el 27 de junio. Bárcenas trasladó al rotativo que ha hecho públicos los mensajes que tenía «especial interés en su difusión».

Más amigo de Arenas

En La Moncloa, a diferencia de lo que ocurrió con los papeles de Bárcenas, se dio credibilidad al intercambio de textos. Lo enmarcan dentro de la estrategia de chantaje de Bárcenas, pero subrayan que no logró sus objetivos porque sus peticiones de auxilio fueron desoídas y está en la cárcel. Las fuentes gubernamentales señalan que de la lectura de las respuestas de Rajoy se extrae que el presidente del Gobierno siempre da largas a su interlocutor y no se compromete a nada. Solo hay, agregan, buenas palabras.

El presidente y el ex tesorero, aseguran en La Moncloa, no son amigos, pero cabe recordar que mantuvieron una estrecha relación profesional dado que Rajoy fue el jefe de las campañas electorales del PP en 1996 y 2000, las dos que ganó José María Aznar, y trabajó codo con codo para la organización de actos y la logística con el gerente del partido, que no era otro que Bárcenas. El ex jefe de las finanzas populares, además, no solo intercambió mensajes en los últimos años con Rajoy sino que lo hizo con numerosos dirigentes del PP, entre ellos Javier Arenas, con quien tiene una relación más personal.

En la tanda de mensajes de febrero a abril del 2012, Bárcenas se queja a Rajoy del «comportamiento sectario» de alguien, al parecer el fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, y de las fiscales del Gürtel Miriam Segura y Concepción Sabadell. No se recoge respuesta del presidente a estos lamentos pero Salinas sigue en su puesto y las fiscales de la causa son las mismas. Rajoy responde el 23 de febrero del año pasado a otra protesta del ex tesorero, que no se recoge en el cruce epistolar, con un «no es cierto Luis. Para qué va hacer daño. Yo hablé con ella». Todo apunta que ella es Dolores de Cospedal, a la que Bárcenas culpa de muchos de sus problemas. Rajoy el 26 de febrero de ese mismo año contesta con una generalidad: «Nada es fácil. Hacemos lo que podemos. Ánimo»

La llamada de Rajoy

En los mensajes hay continuos lamentos del ex tesorero por la forma en que la dirección del PP gestiona la situación después de que se hicieran públicos los papeles con la supuesta contabilidad B del partido el 31 de enero. «Como le dije a (Juan José) Matarí (secretario de Política Autonómica) os estáis equivocando», escribe con amargura el 5 de marzo.

Un día después, al parecer, Rajoy llama a Bárcenas, pero tiene el teléfono apagado y la conversación no se produce.

Cuando es despedido, le escribe otro SMS a Rajoy. «Tú sabrás a qué estáis jugando, pero yo quedo liberado de todo compromiso contigo y con el partido». Era el 14 de marzo de este mismo año. Para entonces, Rajoy no recordaba ya cuándo había hablado con Bárcenas por última vez.

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