El PSOE critica las prisas para lograr los avales en las primarias andaluzas
Felipe González comentó que le hubiera gustado un procedimiento con más tiempo.
El alcalde de Jun (Granada), en un momento de la entrega de sus avales hace unos días.
Dedazo camuflado, triunfo ‘a la búlgara’. La consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, será proclamada esta semana candidata para las próximas elecciones autonómicas al no poderse concluir el proceso de primarias por incomparecencia de sus rivales. La sensación, sin embargo, de que ha sido un ‘dedazo’ con guante de seda de la dirección del PSOE andaluz, con José Antonio Griñán a la cabeza, está muy extendida tanto entre la militancia como en la dirección federal del partido. Pero el aldabonazo crítico de Felipe González amenaza con abrir un debate de incierto futuro. El ex presidente, además de decir que no conoce a la nueva candidata, comentó que le hubiera gustado un procedimiento «más impecable», con más tiempo para que hubiera más participación y contraste de propuestas.
Ninguno de los otros tres aspirantes logró reunir los avales necesarios para disputar a Díaz la nominación en una votación secreta de toda la militancia. Las prisas y un proceso hecho para lucimiento de la candidata oficialista han merecido las críticas de muchos sectores socialistas.
Desde el momento en que el presidente José Antonio Griñán anunció su intención de no presentarse a las próximas elecciones y dar un paso atrás a favor de un cambio generacional y en pro de la igualdad, todos los ojos se volvieron a la consejera de Presidencia. Díaz dio la impresión de ser la única a la que la decisión no sorprendió, pero para sorpresa de muchos, el primero en formalizar su candidatura fue el consejero de Agricultura Luis Planas.
Frente a él, una mujer del aparato del partido. Según denunció otro de los aspirantes, el alcalde de la localidad granadina de Jun José Antonio Rodríguez, no dudaron en invitar a los militantes de su territorio a que acudieran a los actos de Díaz en detrimento de los otros candidatos. El alcalde también tuvo su controversia con la dirección del PSOE andaluz, que rechazó los avales, según él diez mil, que logró a través de Internet.
Díaz demostró rápidamente su control del aparato, aunque su verdadero mérito ha sido saber cerrar en torno a su figura un apoyo orgánico inusual desde hace mucho tiempo. El control ha sido tal que ninguno de ellos ha querido entregar sus avales «por respeto» a los militantes que les apoyaron para no exponerlos a futuras represalias por su enfrentamiento al aparato. El alcade Jun se quedó a poco más de un centenar de los 6.800 exigidos y Planas reunió 4.500.
