Mil nuevas vidas recurren a Cáritas
. La institución atiende hasta junio a 3.200 personas en León, un 30% más que el año anterior. . Un millar de leoneses llaman por primera vez a las puertas de la institución en lo que va de año.
Los responsables de Cáritas de León conocen por los medios de comunicación que la economía española refleja ya los primeros síntomas de recuperación. El paro, según la Encuesta de Población Activa, afloja la asfixia con 2.000 leoneses menos en las listas en el segundo trimestre, pero el timbre de Cáritas, dejos de descansar, revienta cada mañana. Desde enero, mil nuevas caras han accedido a algunos de los recursos de la institución de la Iglesia. Mil leoneses y leonesas que nunca habían estado en la base de datos se han visto obligados a pedir ayuda para no caer en el abismo social y salvar a su familia del hambre, del frío o de la exclusión. «Acuden cada vez más personas que hasta hace unos meses tenían una vida normalizada pero el paro prolongado y la desaparición de las ayudas les coloca en una situación que nunca antes han vivido. El perfil de la persona necesitada en León cambia cada mes». Así explica la situación que vive León la responsable de Cáritas, María Jesús Álvarez. «Tardará tiempo en que las familias noten los signos de la recuperación».
Los trabajadores de Cáritas, familiarizados con la escucha de historias que quitan el sueño, aseguran ahora: «Esto es muy duro». Acostumbrados a poner calor a las necesidades del cuerpo, se encuentran con un problema al que están adaptando la capacidad de trabajo. «Cada vez viene más gente muy afectada psicológicamente porque les resulta difícil aceptar la situación. Es una generación laboralmente perdida».
Y la «situación» supera la paciencia y el aguante del nuevo perfil de persona necesitada: joven, entre 40 y 44 años, procedente en su mayoría del sector de la construcción «que son perfectamente conscientes de que tienen pocas posibilidades de encontrar un trabajo», lamenta Álvarez. Muchos de ellos, los solteros, recurren a los amigos para que les preste una cama donde dormir. «Esta situación antes no se daba y ahora sí lo estamos viendo».
El goteo de petición de ayuda no mengua. Hasta el mes de junio, han pisado las salas de Cáritas en Sierra Pambley 3.200 personas, un 30% más de las que accedieron a los recursos el año pasado por estas fechas, que fueron 2.400. «Este aluvión de gente que vemos para una primera intervención relatan situaciones complicadas, que antes no se veían».
Acuden más hombres que mujeres «cuando en Cáritas tradicionalmente se ha atendido más mujeres que hombres». Y la mayoría de las mujeres que llegan son una extensión de las mismas familias «para ver si pueden trabajar en el servicio doméstico».
Las redes familiares son el sustento de los leoneses que esperan un cambio en su vida laboral. El Instituto Nacional de Estadística tiene contabilizadas a 17.400 familias en León que tienen a todos sus miembros en paro, frente a las 3.200 que había en el 2007.
Este aluvión que no cesa se refleja también en otras organizaciones de León. Cruz Roja atiende en León a 1.298 personas, de las que 960 son nuevas perceptoras de recursos. En lo que va de año ya ha entregado 2.270 lotes de emergencia social y 419 participan en programas de empleo.
Madres solas
La Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan ha realizado este año 226 intervenciones directas (37 mujeres inmigrantes y 97 familias) con edades entre los 35 y los 45 años. Madres solteras con un hijo a su cargo y divorciadas o separadas con dos hijos. «La mayoría están en situación de desempleo y con escasos recursos económicos provenientes principalmente del subsidio por desempleo y ayudas sociales como la Renta Garantizada de Ciudadanía. Las mujeres solicitan principalmente información y asesoramiento de ayudas sociales y de los programas de Educación Financiera Familiar y Préstamos para Familias Monoparentales a un 0% de interés gestionados por esta Fundación.