«Pedimos ayuda el mes pasado por primera vez por el alquiler»
Los cinco hijos de Lorena Castellanos y Raúl Santos ayudan a tender la ropa en el jardín de su casa.
La comarca del Bierzo cuenta con dos importantes servicios solidarios para el sustento de las familias más necesitadas: el Banco de Alimentos del Sil y Cáritas Ponferrada. Damián Tascón y José Antonio Prada, los respectivos responsables de las entidades, valoran de forma positiva el equilibrio entre las donaciones dadas y las recibidas. Pero siempre se puede mejorar.
Damián Tascón explica que en esta época del año, el número de donaciones supera a las necesidades, por lo que existen excedentes. Estos alimentos que ahora no son necesarios se guardan para otros momentos del año en los que hay escasez, normalmente los meses de febrero y marzo. El año pasado, el Banco de Alimentos del Sil recaudó 2,5 millones de kilos, mientras que para el 2013 Tascón espera llegar a los tres millones. Muchas empresas y supermercados envían donaciones al Banco de Alimentos y también algunos partidos políticos. Tascón señala que estas campañas son independientes, desmarcándose así de cualquier relación con los partidos. Por parte de la oenegé, no hay ninguna intención a corto plazo de crear campañas más allá de su actividad diaria.
Pero también existe una vertiente negativa: actualmente, el Banco de Alimentos del Sil tiene una lista con unas 840 familias a las que ayuda. La media de incremento anual en los últimos años ronda el 15%. Tascón da unas pinceladas sobre el perfil medio de quien recibe la ayuda: «en otra época, el beneficiario es el inmigrante, pero con la crisis ha cambiado; ahora mismo, son las personas con residencia fija».
El Banco de Alimentos del Sil tiene un radio de actuación muy amplio, pues atraviesa las fronteras del Bierzo, llegando incluso a Laciana y Valdeorras. La comida se reparte de manera semanal, quincenal o mensual a diferentes centros, a los que las familias acuden para adquirirlos. También hay familias que se acercan hasta la sede del Banco de Alimentos, ubicada en uno de los bajos del estadio El Toralín, pero sólo aquellas que no pueden acudir a otros centros. Estas instalaciones son cedidas de forma gratuita por el Ayuntamiento de Ponferrada, que según la concejala de Bienestar Social, Isabel Bailez, colabora también con la organización en todo lo que le demanda, además de organizar campañas.
El reparto de las donaciones en Cáritas Ponferrada se produce en torno a 600 familias. Cada semana, 50 de ellas reciben una partida de comida aportada por el Banco de Alimentos. La colaboración con la oenegé es estable durante el año, pues es la que cifra la cantidad de productos que, según la estación, va variando. También depende de los kilos de carne o pescado que hayan recibido las familias anteriormente, la tendencia es repartirlo, y ahora en verano, por ejemplo, el banco dispensa más fruta. Las familias apuntadas son avisadas con antelación por correo electrónico o con un mensaje de móvil para que se acerquen al centro.
Para que esta entrega sea más igualitaria, Prada asegura ver el listado de los solicitantes de ayuda «con los colores de un semáforo», según el grado de necesidad. Sin ir más lejos, hace dos semanas Cáritas repartió 13.230 kilos de productos de primera necesidad procedentes del Fondo Español de Garantía Agraria a más de 500 familias, medio centenar más que en 2012. Prada define esta ayuda como «la oficial», a falta de dos partidas más durante este año, pero no por ello la considera la más significativa.
La oenegé también cuenta con vales de comida para que los bercianos más afectados recojan el excedente de alimentos que tienen los supermercados. «Si son 28 los días laborables, 26 serán las familias que se acerquen durante todo el mes», señala Prada, que, sin embargo, se muestra reservado para dar los nombres de los establecimientos. Aunque admite haber recibido aportaciones de empresas de elaboración de alimentos y de entidades bancarias, «son muchas y no querría olvidarse de ninguna».
El responsable de Cáritas Ponferrada otorga más importancia al aumento de donativos, en especial anónimos, que justifica por «la gran solidaridad de la gente». Para Prada, el problema de ayudar a tantas familias necesitadas «no es carecer de recursos para alimentar». «Con nuestra ayuda de 90 euros puedes llenar la nevera, ¿pero qué recibos son los que puedes pagar?».