La nueva tarifa eléctrica se centra en gravar la potencia contratada
La subida de la luz recibe a la vuelta de las vacaciones a la mayor parte de los sectores económicos, ralentizados en mayor o menor grado por el curso estival.
El promedio del incremento que recoge la orden del Ministerio de Industria marca un despegue de casi el 10% en todo el mapa energético. El resto del precio de la luz para el sector agroindustrial se marca por el precio al que se encuentra el mercado mayorista de la electricidad (el conocido como pool eléctrico) que ya dispone de contratos bilaterales con las eléctricas que están asociadas a este tipo de mercado. En la reforma de la factura eléctrica se busca el reflote del índice de los precios del pool, que en los últimos meses discurre hundido por exceso de capacidad. El sector primario leonés, vinculado a la producción con manejo de regadíos, también se va a ver afectada por la penalización del incremento que vaya a experimentar este mercado, porque se prevé que exista un traslado de las tecnologías de los recortes a los clientes finales.
Los grupos industriales de alta tensión serán los que reciban un mayor incremento en el peaje del recibo entre los diseñados por el departamento que dirige el ministro Soria. Las empresas serán penalizadas con incrementos de precios en la parte regulada del recibo, en torno a la mitad del precio final, que incluso se van a duplicar en algunos tramos. Se explica el movimiento por la previsión del Gobierno de recaudar hasta 900 millones de euros con subidas del 3,2% aplicada al precio final de la luz en el recibo de los consumidores; el 51% del consumo es industrial. El 33%, contratos domésticos. La posición gravosa de la nueva factura eléctrica, ha pillado a los profesionales del sector agrario leonés a pie de tarea, en el cénit de una campaña trastocada desde ahora por la obligación sobrevenida de hacer frente a los nuevos precios.