El presidente se muestra optimista tras dialogar con Cameron sobre Gibraltar
La cumbre del G-20 en San Petersburgo propició hasta dos reuniones entre el presidente español, Mariano Rajoy, y el primer ministro británico, David Cameron, en las que ambos mandatarios intentaron poner fin en torno a la última crisis en Gibraltar. Rajoy destacó que ambos encuentros fueron útiles y evidenciaron la «buena sintonía personal» que mantiene con su homólogo británico, tanto que vaticinó que la negociación «acabará bien para todos».
«Siempre que dos personas hablan se produce una situación mejor que si dos personas no hablan», manifestó el jefe del Ejecutivo. El presidente del Gobierno reconoció aún así que «es evidente que existe un problema en torno a la colonia y que hay que dialogar sobre él». Eso sí, remarcó que cada país «tiene su posición» y, según se desprende de las palabras del presidente no parece que sus reuniones con Cameron vayan a producir que alguna de las dos partes den un paso atrás en sus posiciones.El primer ministro denunció los controles en la verja que causan colas en el acceso a Gibraltar de varias horas mientras Rajoy denunció el régimen fiscal de la colonia y el contrabando de tabaco que se origina desde ella. De lo que no hablaron, según reconocieron fuentes gubernamentales españolas, es del lanzamiento de los bloques de hormigón en la bahía de Algeciras por parte de Gibraltar, acción que desencadenó en julio la crisis de este verano.