La policía encuentra muerto un recién nacido dentro de un contenedor de basura en Palma
La Policía Local de Palma encontró ayer el cadáver de un bebé recién nacido en un contenedor de basura subterráneo de la calle Balanguera después de que la madre confesara que había dado a luz a un niño muerto y que lo había arrojado allí. El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Baleares considera que el bebé ha podido ser un aborto natural.
La Policía Nacional fue la que alertó al cuerpo de seguridad municipal de la confesión realizada por una mujer atendida en un centro médico de la ciudad, que relató que había dado a luz y que había arrojado el bebé a un contenedor de basura alrededor de las siete de la mañana.
Según la mujer, de madrugada de encontró mal, fue al baño y dio a luz un bebé que nació muerto. La mujer detalló que estaba embarazada de entre 6 y 7 meses y que cuando vio que el bebé estaba muerto lo envolvió en una toalla, lo metió en una bolsa y lo arrojó al contenedor de basura. Hacia las tres de la tarde, se encontró indispuesta y acudió a un centro médico, donde contó lo sucedido.
Fue entonces cuando agentes de la Policía Local, Bomberos de Palma y personal del servicio de emergencias del 061 y de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) acudieron al lugar señalado por la mujer, un contenedor de basura situado frente al número 18 de la calle Balanguera, y hallaron el cuerpo del bebé fallecido.
Según los primeros indicios, el cadáver del bebé no presenta signos de violencia y podría haber nacido muerto. La mujer no ha sido detenida.