La Variante se queda sin trabajadores
Apenas una veintena de operarios trabaja en la vertiente leonesa de la mayor obra ferroviaria de Europa, que . llegó a generar 1.800 empleos en su mejor momento y cuyas obras esperan adjudicaciones que no llegan.
Zona próxima a La Pola de Gordón que albergó las naves de la vertiente leonesa de la Variante de Pajares, hoy levantadas.
La estación de La Pola de Gordón tiene enfrente un tanatorio. En realidad, fue construida mucho antes. Hace varias décadas. Situada al pie de la mayor obra de ingeniería ferroviaria que se construye en Europa, su actual abandono, sin embargo, es la mejor respuesta a preguntas como por qué se muere el ferrocarril convencional o por qué no avanza la alta velocidad, ni desde Palencia hacia León, ni, por extensión, desde la capital leonesa hacia el Principado de Asturias.
Prueba de la dura realidad es que, en la vertiente leonesa de la Variante de Pajares, apenas trabajan ya una veintena de trabajadores en labores de mantenimiento, según fuentes sindicales. Lejos, muy lejos, de aquellas cifras que tanta ilusión despertaron en una comarca castigada ya entonces por la muerte dulce del carbón, su principal actividad durante más de un siglo. Hasta 1.800 personas, según las mismas fuentes, dieron vida a toda la cuenca del Bernesga en el punto álgido de las obras. Más de 1.200 trabajadores en el túnel número 1, y entre 400 y 500 trabajadores en el túnel 2.
La vieja estación de La Pola representa el declive actual, porque en Gordón apenas paran trenes pese a ser la puerta de entrada a la Variante. De hecho, en Santa Lucía hay convocada una próxima manifestación de protesta. Paradojas del destino, a cinco kilómetros de las obras del AVE
La Variante se ha convertido también en pesadilla porque está siendo víctima de los recortes presupuestarios y los problemas de filtraciones pese a su presupuesto multimillonario: 3.200 millones de euros. Más de medio billón de pesetas. A día de hoy, pocos se atreven a poner una fecha a la entrada en funcionamiento de, al menos, uno de los dos túneles. Y eso que es para ferrocarril de ancho ibérico.
Las obras acercaron a muchos trabajadores, la mayoría de fuera de la comarca, lo que generó mucha actividad en restaurantes de la zona y para alquiler de pisos. Pero desde que Francisco Álvarez Cascos colocara la primera piedra, en febrero de 2004, mucho han cambiado las cosas. Empezando por aquellos grandes proyectos, que iban a traer a Gordón personajes del fútbol como Joan Gaspar, ex presidente del F.C. Barcelona, para abrir restaurantes para 900 comidas diarias. Sencillamente no fueron realidad.
La Variante de Pajares espera hoy en vía muerta, como la estación de La Pola, a que el Ministerio de Fomento dé vía libre a nuevas obras. El próximo 27 de septiembre es una fecha clave en el calendario para un proyecto ejecutado en gran parte, incluso en su extensión hasta La Robla. Ese día se reúne el Consejo de Adif.
De momento, las naves que albergaron a tantos trabajadores a la entrada de La Pola y donde lucen grandes carteles del Ministerio se han vendido a bajo precio para ser levantadas lejos del Ave y de Gordón.
