Torres-Dulce: «No habrá zonas de penumbra para los corruptos»
Jueces y fiscales alertan del deterioro del servicio de Justicia por la falta de medios.
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, advirtió ayer en el Acto de apertura de los Tribunales, presidido por el Rey, de que no habrá «zonas de penumbra» para los corruptos que «se lucran a costa del interés común».
Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, señaló en su discurso que el número de jueces y fiscales es «claramente insuficiente», y será difícil evitar que ello suponga en los próximos años «un deterioro en el servicio de la Justicia».
El acto ha sido presidido por el Rey y ha contado con la presencia del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos.
También han asistido los presidentes de órganos constitucionales como el Consejo de Estado -José Manuel Romay Beccaría- y el Tribunal de Cuentas -Ramón María Álvarez de Miranda- a quienes se sumaron la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y dos expresidentes del Supremo, Pascual Sala y Francisco Hernando.
Torres-Dulce ha constatado «una creciente concienciación ciudadana» contra la corrupción que ha motivado el incremento de las denuncias de irregularidades, «lo que constituye un prometedor síntoma de reacción social».
«Vivimos una crisis económica severa y prolongada que erosiona el caudal de ilusión de amplios sectores de la sociedad y puede poner a prueba la solidez del entramado institucional de nuestro país», ha dicho Torres-Dulce, quien ha señalado que ante este riesgo todos los responsables públicos deben permanecer alerta.
Según el fiscal general del Estado Torres-Dulce, el panorama se complica aún más cuando a la corrupción pública se une la corrupción privada, en la que los directivos y administradores de sociedades «se prevalen de su condición para lucrarse a costa de la entidad que gestionan y de las personas que tienen intereses en ella».
Por su parte, Moliner ha explicado en su discurso que la importancia de la Justicia como un pilar del Estado que en nuestro país funciona bien, aunque necesite mejorar su agilidad, exige una mayor dotación de medios y ser considerada una cuestión de Estado por los partidos políticos, que deberían llegar a un consenso sobre ella y también en la próxima renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Más jueces
Moliner ha recordado que en 2010 el CGPJ solicitó 450 nuevos jueces, pero desde entonces el Gobierno no solo no ha incrementado esta plantilla -salvo en 50 nuevas plazas (2013)- sino que además ha eliminado la figura de los jueces sustitutos y suplentes.
«Con todo ello se ha producido una clara reducción de efectivos en el personal judicial que trae consigo el reto difícil de conseguir evitar un deterioro en el servicio», ha señalado Moliner, presidente también del CGPJ.
En su discurso de despedida, pues este mes acaba su mandato y el del actual CGPJ, cuyos vocales han de ser renovados por el Congreso, Moliner ha apuntado también la importancia del «reto» de mejorar la justicia en su conjunto que afrontará «el próximo» gobierno de los jueces.