Rajoy pide a Artur Mas «un gesto de grandeza» para archivar la consulta...

Mariano Rajoy se olvidó por primera vez de la palabra diálogo como vía para resolver las diferencias con el Gobierno de Cataluña por el pulso soberanista y exigió con rotundidad a Artur Mas que tenga «un gesto de grandeza» y desista de su idea de convocar un referéndum independentista.

El jefe del Ejecutivo lleva meses sin permitirse estridencias verbales ante los movimientos del presidente de la Generalitat, pero ayer dijo basta y exigió una rectificación «tras año y medio de pasos equivocados».

La decisión del Parlamento catalán de llevar al Congreso de los Diputados la petición formal para celebrar un referéndum en el 2014, aunque zanjaría en buena medida el debate, preocupa a Rajoy. Y no porque la propuesta tenga posibilidad de prosperar ya que, como ocurrió con el plan Ibarretxe, sería sepultada por los votos en contra de PP y PSOE, sino porque un debate sobre la segregación de Cataluña en sede legislativa marcaría un punto de inflexión, y quizá de no retorno, en las relaciones entre Rajoy y Mas. Su malestar quedó patente este lunes durante su visita a Kazajistán.

El presidente del Gobierno, que una y otra vez había dado respuestas sin aristas a cualquier pregunta sobre soberanismo, independencia o autodeterminación, dedicó más de cuatro minutos en una comparecencia en Astana, la capital kazaja, a reprochar a Mas su falta de responsabilidad a la hora de adoptar decisiones que, a su juicio, generan divisiones, incertidumbres y falsas expectativas. «Y nada de eso es bueno porque provoca inestabilidad», acotó Rajoy, que minutos se había enorgullecido de la estabilidad política que goza España, gracias, dijo, a la mayoría absoluta del PP, que le salva de turbulencias económicas y financieras como las que padece Italia.

Ante la inexpresiva mirada de Nursultan Nazarbayev, Rajoy recordó a Mas que la «responsabilidad» debe imperar en cualquier decisión de un gobernante.